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Foto: Especial La producción a nivel global se vio sumamente afectada por la pandemia de covid.  

La situación macroeconómica internacional, sumado a la escasez de producción que se viene registrando en todo el mundo tras la pandemia de 2020, ha generado un escenario complicado para la industria automotriz en México. La falta de unidades en las distribuidoras ha derivado en una importante falta de oferta para el consumidor final, que no encuentra grandes oportunidades de compra que lo alienten a realizar una inversión tan importante como es comprar un auto. De todas maneras, el mercado ha tenido un buen 2022 y hay motivos más que suficientes para ilusionarse de cara al próximo año.

La producción a nivel global se vio sumamente afectada por la pandemia de covid que tuvo lugar hace ya un par de años. Desde ese momento, lo que se creía que sería un camino ascendente para volver a la normalidad, fue más bien un trayecto con altibajos ya que tanto este año como el anterior, se vieron períodos de crisis en las redes logísticas y en las cadenas de proveedurías a nivel global, según comenta Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la AMDA (Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores).

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Un 2023 muy prometedor

De todas maneras, asegura Rosales, el segundo semestre de este año viene siendo sumamente positivo para la producción global, lo cual ha beneficiado a todo el mercado mexicano. No solo por la entrega de unidades que se había visto retrasada, sino también para mejorar la oferta en las empresas distribuidoras, para que los clientes tengan una gama más amplia a la hora de elegir su próximo vehículo.

Por supuesto una recuperación total de la industria automotriz se podría ver recién en algún momento del 2023. Esto es algo muy esperado no solo por las distribuidoras y concesionarias, sino también por otras empresas que dependen indirectamente de la venta de vehículos para su propio beneficio, como es el caso de las comercializadoras de seguros de autos o aquellas dedicadas a la venta de repuestos, entre otras.

En este sentido, Rosales dijo que recién para mediados del 2023 podríamos estar en una situación de casi normalidad. Aunque también manifestó que las dificultades actuales no afectan de igual forma a todas las marcas, sino que hay algunas que sufren más que otras. Por ejemplo, empresas como Mazda ya han logrado un suministro normal de unidades, mientras que otras no han logrado recuperarse, además de que ninguna ha logrado consistencia, ya que ha habido períodos de baja muy marcada que ha repercutido fuertemente en las ventas.