Con muñecas Lele de más de dos metros, artesanos otomíes de esta típica muñeca mexicana instalaron una feria en Plaza de la República, de la Ciudad de México, no sólo para venderla en sus numerosas variantes, sino también para rescatar su importancia como Patrimonio de la Humanidad.
Este jueves, productores de la muñeca Lele llegaron desde la localidad de Santiago Mexquititlán, en Querétaro, donde es originaria, para exhibir sus artesanías en la feria que estará hasta el 6 de enero, así como presentar danzas de su comunidad y difundir información de la importancia que tiene este juguete tradicional.
Una Lele de más de dos metros, acompañada por su contraparte masculina, precede la entrada a los distintos puestos de la feria, figuras que además son aprovechadas por los transeúntes para tomarse fotos y que tardaron alrededor de veinte días en ser terminadas por diez artesanos.
Esteban, perteneciente a esta etnia, señaló a 24 HORAS que “la muñeca Lele es patrimonio cultural en el estado de Querétaro y está muñeca nos representa ahora como parte de humanidad o parte humanitaria. Para nosotros… es la manera de sobrevivir, porque compaginamos las labores del campo con la artesanía. La muñeca ahorita es de donde nosotros hemos sacado a nuestros hijos adelante”.
La muñeca de trapo otomí ya es ícono de Querétaro, pero ya enamoró al mundo en sus viajes al extrajero. Lele es característica de la artesanía local del estado.
LEG