PIB
Foto: Freepik / La manufactura sería el sector más beneficiado por el impulso en sus exportaciones, según el grupo financiero  

De haber contado con una política de atracción y captación de manufactura desde el inicio de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, en 2018, la economía mexicana tendría un panorama más favorable, con un crecimiento adicional de 1.42% anual por la relocalización de empresas (nearshoring), según un análisis de BBVA México.

Desde el inicio del conflicto comercial, China ha perdido alrededor de cuatro puntos porcentuales de participación en las importaciones estadounidenses, unos 117 mil millones de dólares.

Un ejercicio del grupo financiero simula lo que habría pasado si esos flujos entre 2018 y 2022 hubieran sido captados en su totalidad por México. El modelo indica que la tasa de crecimiento anual observado en ese periodo es de -0.40%, pero con la relocalización hubiera sido de 1.42%.

La manufactura sería el sector más beneficiado por el impulso en sus exportaciones, con una expansión 10 veces mayor, pues hubiera pasado de una tasa de crecimiento anual de 0.69% a una de 6.96%.

Ese avance se habría extendido a otros sectores industriales y de servicios que sirven de insumos a la manufactura, como el comercio mayorista y de transportes, los que debido al fuerte encadenamiento que tienen con la manufactura hubieran experimentado alrededor del doble del crecimiento observado en los últimos cuatro años.

De acuerdo con el informe “Situación Regional Sectorial” para el segundo semestre de BBVA México, también se habrían beneficiado considerablemente los sectores de extracción de petróleo y gas; extracción de minerales; electricidad; y agua y gas.

Detalló que en el caso de la extracción de petróleo y gas, la evolución habría reducido considerablemente la caída, de -2.62% a tan solo -0.05%.

Por otro lado, el sector de la electricidad habría crecido 1.64%, en lugar de caer -1.39%, y el sector agua y gas hubiera aumentado 0.8% y no tendría una caída de -0.27%.

No obstante, el ejercicio expone que la demanda de energía eléctrica habría crecido alrededor de 25%, lo que contrasta con la tasa promedio anual de -0.3% que el sector generación y distribución de electricidad registró entre 2010 y 2021, retroceso atribuido principalmente a una caída en la inversión en infraestructura y a un desempeño pobre de la industria eléctrica en términos de valor agregado.

Ese resultado sugiere que el Sistema Eléctrico Nacional habría sido incapaz de atender una demanda acelerada de energía eléctrica en un periodo relativamente corto.

BBVA México recomendó que para que México prepare su industria eléctrica al proceso de nearshoring se debe impulsar y favorecer la generación limpia, aprovechando el potencial eólico y solar a fin de tener energía más competitiva en términos de costos y emisiones, y debe darse certidumbre regulatoria para la inversión privada al respetar procesos de autorización y permisos de generación, así como impulsar figuras alternativas, como el autoabasto.

 

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