Mientras la presidenta de la Comisión de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, come cacahuates en la tribuna del Senado de la República, los senadores de oposición le reclaman su actuación al frente de este organismo y su “desamparo” a la crisis migratoria que se vive en el norte y sur del país, a los asesinatos de los periodistas, a las mujeres que no reciben pensión alimentaria, entre otros temas.
Durante su comparecencia ante el Pleno del Senado, la titular de la CNDH, presumió que ejerce la autonomía del organismo “que tiene como centro a las víctimas y no es para presumirla en los foros o para que los académicos la halaguen”.
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Dijo que ya no se negocian las recomendaciones que emite la CNDH, y aseguró que “no hay hecho violatorio comprobado de cualquier autoridad que no hayamos dejado de atender (…) Hoy no trabaja para una minoría, está al servicio de todo el pueblo, aunque por ello tengamos que pagar el costo”, reprochó.
No obstante, los reclamos de la oposición continuaron, el senador del PRD, Juan Manuel Fócil, acusó que Piedra Ibarra se ha dedicado a “desmembrar” a esa institución y ofreció disculpas por haber votado a favor de su nombramiento.
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La panista, Kenia López, le pidió a Rosario Piedra, dejar de ser subordinada del régimen, denunció que el Consejo Consultivo de la CNDH, demanda su falta de resultados, “su subordinación como presidenta y su indolencia con las víctimas” y la acusó de estigmatizar y agredir a periodistas.