COVID ARCHIVO
Foto: Cuartoscuro / archivo / Especialistas informaron que ésta es la variante que actualmente predomina en Yucatán  

Dos municipios de la Península de Yucatán son los que encabezan la lista de más contagios activos por Covid-19, durante esta quinta ola: Mérida, en Yucatán, y Benito Juárez, en Quintana Roo.

En semanas pasadas se detectó la presencia de dos nuevas cepas: Perro del Infierno y Xibalbá que es la que predomina en el estado.

TE PUEDE INTERESAR:Estudio identifica cuatro tipos de síndrome post covid-19

Actualmente hay 518 meridianos contagiados con el nuevo coronavirus, 25 menos que hace una semana; en Benito Juárez son 339, 131 más en los últimos ocho días y en la capital de Chihuahua suman 243, con los 71 que se añadieron, de acuerdo con el monitoreo de casos por municipios que realiza la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En días pasados, el investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, Rodrigo García López, informó que la variante BW.1 mexicana –Xibalbá– es la que hasta hace un par de semanas dominaba en la Península, que aunque “no es más peligrosa”, es mejor que otras al escapar a la inmunidad.

Según el especialista, esta nueva cepa provoca ronquera y afonía, además de los síntomas ya conocidos, como tos, dolor de cabeza, pecho o espalda, cuerpo cortado, cansancio, fiebre y malestar en la garganta.

La Secretaría de Salud de Yucatán confirmó que desde hace dos semanas se mantiene un acelerado aumento en la incidencia de contagios por el virus del SARS-CoV-2, por lo que ya se vive una quinta ola de la enfermedad.

VUELVE OCUPACIÓN TOTAL

La ocupación de camas generales volvió a alcanzar 100%, donde los generales de zona del IMSS, 71 y 20 en Veracruz y Puebla, respectivamente, así como el 71 de Torreón, en Coahuila, son quienes encabezan la lista, de acuerdo con el Sistema de Información de la Red de Irag.

Los tres nosocomios sin espacio para atención con ventilador son el ISSSTE de Mérida, el IMSS de Mexicali y la clínica 71 del IMSS en Torreón, Coahuila.

En tanto, los únicos tres hospitales con camas UCI que están a 100% de su capacidad son el 71 de Torreón, el Hospital General de Tijuana y el ISSSTE de Mérida.

NÚMEROS:

518 casos
activos con Covid-19 hay en Mérida, Yucatán, el municipio con más contagios

6,659 pacientes
contagiados con el nuevo coronavirus se registran a nivel nacional

Secuelas le han durado más de un mes

Apenas hace cuatro semanas que Rosa comenzó con una gripe muy fuerte, se hizo dos pruebas de antígenos para detectar Covid-19 pero resultaron negativas. El doctor consideró que era gripe común, no le dio incapacidad, así que trabajó normalmente bajo un tratamiento.

Se recuperó casi del todo; sin embargo, una semana después inició de nuevo: gripe, tos, ronquera y la prueba volvió a ser negativa y casi se recuperó una semana después.

Sin embargo, esta semana la situación es la misma, y los síntomas, también.

Ella acudió asustada al neumólogo, sobre todo, porque tosía sangre. La revisión y los estudios arrojaron que son secuelas del Covid-19, la variante llamada “perro del infierno” que da ronquera, tos y gripe, aunque no pérdida de olfato o gusto en todas las personas, le informó el médico.

“Me dijo que son las secuelas del Covid-19, que ya no detectaron las pruebas de antígenos; además, tengo principios de neumonía y ya me dejó lesiones en el pulmón derecho. Fue más agresiva que la primera vez que me contagié”.

A 3 años y fue discriminada

A casi tres años de los primeros casos de Covid-19, Edith fue discriminada en el transporte público, cuando parecía que ya casi estaba superada la enfermedad.

Ella comenzó con ronquera, tos y gripe, pero dio negativo a dos pruebas de antígeno, por lo que fue recetada con un tratamiento contra el resfriado y siguió su vida normal.

Así, abordó el transporte público, pero unas paradas adelante comenzó con un fuerte ataque de tos con sangre, los usuarios, en lugar de ayudarla, “asustados” comenzaron a hacerse a un lado mientras ella “sentía que se moría”.

“Nadie me ayudó, como pude me bajé en la parada siguiente, casi no podía ni caminar. Me recuperé del ataque de tos, me limpié la cara llena de sangre y seguí.

“La gente no me ayudó, al contrario, me discriminaron”.

Más tarde, el médico le aseguró a Edith que aunque sus pruebas dieron negativo, todo indicaba que era Covid-19, aunque no le hicieron la prueba para influenza.
LEG