El 28 de octubre pasado, celebramos 12 años de que se nos otorgó el reconocimiento legal de nuestro Sindicato Nacional Minero Metalúrgico FRENTE, un hecho que nos permitió cambiar el destino del sector y dotar de estabilidad y seguridad a miles de trabajadores de todo el país.

En 2010, lideré a un grupo de mineros que hartos de los abusos y estafas que se vivían en el sindicato minero tomamos la decisión de desafiliarnos para conformar una organización democrática y libre: El FRENTE.

A la muerte de Napoleón Gómez Sada en 2001, su hijo, Napoleón Gómez Urrutia sin ser minero, violando los estatutos del sindicato minero y con documentos apócrifos, se apoderó de la secretaría general para desatar una época de tiranía y autoritarismo en la organización, situación que prevalece en nuestros días.

Napito, Nunca vio al sindicato como una organización en pro y defensa de los trabajadores, si no lo concibió como una manera fácil y directa de obtener recursos. A su llegada, incrementó las cuotas sindicales, él y su familia empezaron a vivir con grandes lujos y excesos. Lo dejaban en claro, no eran mineros, eran más bien los administradores de un gran negocio familiar.

En 2005 Napito, rebasó todos los límites, no solo éticos, sino legales, se apoderó de 55 millones de dólares que le pertenecían a los compañeros de Cananea, pasó por encima de los derechos laborales y humanos y se adjudicó dichos recursos, de ellos hizo lo que quiso y nunca ha explicado dónde están. Fue un fraude concebido y que lo llevó a ser buscado años más tarde por la Interpol.

En 2006, Napoleón intensificó su hambre y obsesión por el dinero y firmó varios convenios en lo oscurito con las empresas para permitir que trabajadores sin seguridad social ingresaran a laborar en condiciones precarias y de alto riesgo a las minas de carbón, de ahí pues, la tragedia de Pasta de Conchos, donde murieron 65 mineros.

Para no ser detenido por el robo de los 55 millones de dólares y para no enfrentar a las familias de los fallecidos de Pasta de Conchos, Napillo huyó a esconderse a un departamento de lujo a Canadá, desde ahí como manera de presión para el Gobierno, el señor ordenó que se estallaran tres huelgas dejando sin empleo a miles de mineros, a cambio de levantarlas exigió que le fueran retiradas las órdenes de aprehensión.

No necesitábamos más motivos, los abusos eran contundentes, fue así como diez secciones del sindicato minero salimos para unirnos en el FRENTE. Tras la decisión, fuimos víctimas de amenazas, agresiones e incluso de secuestros, hoy la situación no es diferente, seguimos adelante entre ultimátums, advertencias y confrontaciones.

Aun así nada nos ha detenido, somos un sindicato que se ha fortalecido y año con año agrandamos nuestras filas. Defendemos la estabilidad laboral y nuestra prioridad es la seguridad en las minas, mantenemos el diálogo con las empresas y llegamos a buenos acuerdos, logramos preservar los empleos y la salud de los compañeros durante la pandemia por Covid-19, en 12 años únicamente hemos estallado una huelga y por si fuera poco, orgullosamente somos el sindicato del sector con mayor número de mujeres.

Lo he dicho desde el primer día y no me cansaré de decirlo, ni la Secretaría General del Sindicato Nacional Minero Metalúrgico FRENTE, ni ningún puesto sindical, será ocupada por alguien que no sea minero, este es un sindicato con principios y de verdaderos mineros, aquí no caben los impostores.

 

   @CarlosPavonC