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Foto: Especial / Nacido en la literatura antes de pasar a las artes plásticas, el surrealismo decayó como movimiento artístico a principios de los 1950 pero pervivió en el diseño  

Desde el orgánico mobiliario imaginado por el español Salvador Dalí a los oníricos videoclips de la islandesa Björk, el pensamiento surrealista ha influenciado el diseño durante casi un siglo, mediante una evolución que el Design Museum de Londres despliega en una compleja exposición.

Bajo el título Objetos de deseo: surrealismo y diseño de 1924 a la actualidad, la muestra, que abre el viernes, recibe al visitante con una de las más famosas representaciones de la psique humana: Metamorfosis de Narciso, pintado por Dalí en 1937.

En 1938 por fin conoció al neurólogo austríaco en Londres, gracias a su mecenas británico Edward James, con quien desarrolló una fructífera colaboración que abre esta exposición.

Del célebre teléfono en forma de langosta, al sofá con los labios de la actriz Mae West, y con un pie de lámpara hecho con copas de champán, Dalí creó numerosas piezas de mobiliario para la casa del poeta británico.

Pero incluso antes que él, a principios del siglo XX el arquitecto modernista Antoni Gaudí ya había “intentando dar a objetos que podían ser puramente funcionales un empuje emocional y un impacto psicológico cambiando las formas hacia algo mucho más orgánico y emocional”, explicó la comisaria Kathryn Johnson.

Nacido en la literatura antes de pasar a las artes plásticas, el surrealismo decayó como movimiento artístico a principios de los 1950 pero pervivió en el diseño.

Y algunas de sus creaciones “parecen haber encontrado realmente su lugar en este siglo”, afirma Johnson.

Es el caso de una lámpara de pie quebrado encargada a Dalí en 1937, que fue considerada demasiado vanguardista para el mercado en su momento y debió esperar hasta 2019 para ser manufacturada.

Este “diseño inesperado” en objetos de cada día sigue más vigente que nunca, muestra la exposición: desde una enorme lámpara sobre un caballo de plástico del estudio sueco Front, hasta un sillón compuesto por peluches de Mickey Mouse creado por los brasileños Fernando y Humberto Campana, y también muestra dos lámparas con crines de caballo del británico Jonathan Trayte.

 

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