Nobel
Foto: AFP Sus análisis han sido de una gran importancia práctica para regular los mercados financieros.  

Tres expertos estadounidenses, entre ellos el expresidente de la Fed Ben Bernanke, ganaron este lunes el Premio Nobel de Economía por sus contribuciones para explicar el rol de los bancos en la economía, en especial durante las crisis financieras.

Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig fueron distinguidos por haber “mejorado de manera significativa nuestro entendimiento sobre el papel de los bancos en la economía, en particular durante las crisis financieras, así como la forma de regular los mercados financieros”, dijo el jurado.

“Sus análisis han sido de una gran importancia práctica para regular los mercados financieros y para hacer frente a las crisis”, agregó el comité que entrega el premio.

Bernanke, de 68 años, fue el presidente de la Reserva Federal entre 2006 y 2014, durante la crisis financiera de 2008 y fue destacado por su análisis de “la peor crisis económica de la historia moderna”, la Gran Depresión de la década de 1930.

En su rol a la cabeza del emisor estadounidense Bernanke “pudo plasmar su conocimiento de la investigación en las políticas”, durante la crisis financiera, dijo el Comité del Nobel.

Bernanke ha sido elogiado por su política poco ortodoxa en respuesta a la crisis, que combinó un recorte de las tasas de interés con una inyección de liquidez al sistema financiero.

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– Pánico bancario –
Por su parte, Diamond, profesor de la Universidad de Chicago, y Dybvig, académico de la Washington University de St. Louis, fueron distinguidos por mostrar “cómo la oferta bancaria es una solución óptima” para canalizar el ahorro hacia las inversiones, actuando como un intermediario.

Estos dos académicos analizaron cómo estas instituciones son vulnerables a los movimientos de pánico bancario.

“Si un gran número de ahorradores va simultáneamente al banco para retirar su dinero, un rumor puede convertirse en una profecía autocumplida: se produce una estampida bancaria y el banco se derrumba”, escribió el Comité Nobel.

El comité agregó que esta peligrosa dinámica se puede evitar, si los gobiernos proporcionan un seguro de depósitos y dan a los bancos un salvavidas convirtiéndose en prestamistas de última instancia.

“Los conocimientos de los galardonados han mejorado nuestra capacidad para evitar tanto las crisis graves como los costosos rescates”, dijo Tore Ellingsen, presidente del Comité del Premio de Ciencias Económicas.

“En pocas palabras, la teoría dice que los bancos pueden ser tremendamente útiles, pero sólo se garantiza su estabilidad, si éstos están debidamente regulados”, añadió.

Diamond reflexionó en declaraciones a la prensa, sobre la decisión de las autoridadesde estadounidenses de no rescatar al banco de inversiones Lehman Brothers, en el epicentro de la crisis financiera, como después lo hicieron con tras instituciones.

La caída de este banco provocó réplicas en todos los mercados financieros cuando fue anunciada en 2008.

“Hubiera sido mejor encontrar una forma más adaptada, una forma menos inestable e inesperada para resolver lo de Lehman Brothers”, explicó Diamond, matizando que había dudas sobre lo que podían hacer los reguladores en ese momento.

“Si hubieran encontrado alguna forma, creo que el mundo hubiera tenido una crisis menos severa de la que tuvo”, dijo.

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– Un “Nobel falso” –
Este premio, a diferencia de los otros Nobel, no fue contemplado por el científico Alfred Nobel cuando instauró estas distinciones y fue creado posteriormente por el Banco Central de Suecia, por lo que a veces se le conoce como el “Nobel falso”.

Pero al igual que los otros galardones, se le entrega a los distinguidos una medalla y la suma de 10 millones de coronas suecas (cerca de 900.000 dólares) en una ceremonia el 10 de diciembre.

De todos los Nobel, el de Economía es el que tiene el menor número de mujeres galardonadas y sólo dos académicas han sido distinguidas desde su creación en 1969: Elinor Ostrom en 2009 y Esther Duflo en 2019.

El año pasado este galardón fue entregado al canadiense David Card, al estadounidense-israelí Joshua Angrist y el estadounidense-holandés Guido Imbens por sus investigaciones que “revolucionaron la investigación empírica” y contribuyeron a una mejor comprensión de los mercados laborales.

El anuncio de este premio cierra la temporada de los Nobel este año.

JC