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Foto: Cuartoscuro / archivo / Miguel Riquelme criticó el martes la política del director de CFE, Manuel Bartlett, de adquirir más carbón a los pequeños productores pues, “provoca un coyotaje que al final termina en la explotación de pozos o de pocitos sin la seguridad necesaria para poder cuidar la vida de los trabajadores”  

Las compras de carbón por parte de la CFE a los micro y pequeños productores del mineral representan poca transparencia en los procesos de adquisiciones públicas, y exponen la vida de trabajadores que no cuentan con medidas de seguridad para realizar su labor, apuntaron especialistas.

Bajo el argumento de impulsar la reactivación económica en la principal zona carbonífera del país, Coahuila, en julio de 2020 la empresa anunció la adquisición de carbón mediante adjudicaciones directas a productores de la región.

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Para octubre de ese año, CFE formalizó la compra de dos millones de toneladas de carbón con 60 productores de Sabinas por un millón 34 mil pesos por tonelada más IVA. El 73% se adjudicó a los micro y pequeños productores, 16% a medianos productores y el 11% a grandes productores.

“Para la adquisición del mineral se realizó un censo a 120 productores, con apoyo de la Subsecretaría de Minería y el Servicio Geológico Mexicano, para llevar a cabo verificaciones en sitio, revisión de permisos, aplicación de cuestionarios y comprobación de obligaciones fiscales, laborales y ambientales”, detalló la CFE cuando dio a conocer la formalización de la compra.

Sin embargo, la adjudicación directa para la extracción de carbón para la generación eléctrica pasa por encima de criterios normativos de la propia CFE y la Constitución, en los que se especifica que se deben privilegiar las licitaciones públicas para las compras del Gobierno, señaló Ana Lilia Moreno, especialista en temas energéticos en México Evalúa.

“Cuando la CFE adjudica de forma directa un contrato, tiene que elaborar un caso que se estudie por un comité en el área de contrataciones de la CFE, que determine que ese caso es único y que no hay otra manera de conseguir el carbón que no sea a través de esa adjudicación directa”, explicó.

Estas adquisiciones tienen irregularidades porque no se garantiza que fueron la mejor opción, ni que los proveedores cumplieron con los criterios de derechos humanos y seguridad industrial para operar, agregó la especialista.

“Son contratos a veces con términos largos de tres años donde se les adjudica a familias que tienen muchas necesidades y a veces también son víctimas del coyotaje. No siempre el que se para frente a la CFE a firmar el contrato es el dueño o el que tiene la concesión, entonces esto ocasiona que las personas que tienen mayor facilidad para relacionarse con los funcionarios de la CFE, son lo que se paran enfrente y firman, pero también son los que subcontratan a los mineros de la zona de Sabinas, Coahuila, sin ninguna clase de prestaciones sociales, se les paga en efectivo, de tajo, es todo irregular”, añadió.

Oscar Ocampo, especialista en temas energéticos en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), refirió que uno de los principales riesgos de que el Gobierno opte por privilegiar a proveedores que no posean la cantidad mínima para abastecer a una empresa tan grande como CFE reside en que no tengan los estándares de seguridad en la operación de las minas de carbón.

“El factor determinante (para concretar una compra pública) debería de ser procesos competitivos. Una licitación con criterios muy puntuales: quien mejor los cumple, es a quien se les asigna el contrato, independientemente si esta empresa o esta mina es pequeña o es grande. El criterio debería de ser quien ofrezca mejor calidad y precio a Comisión Federal de Electricidad y por supuesto, con los criterios de seguridad en las instalaciones de donde se realice la compra”, consideró.

En México únicamente operan tres centrales eléctricas a base de carbón (dos ubicadas en Coahuila y una en Guerrero), que apenas generan alrededor del 7% del total del suministro de energía eléctrica.

Infografía: Juan Ángel Espinosa

Contradicciones en el uso de carbón

Aunque el Gobierno ha reducido la generación de energía eléctrica a partir de las carboeléctricas hasta en 68.17% entre 2018 y 2021, y ha descartado la construcción de nuevas centrales basadas en carbón, al menos uno de sus funcionarios expuso planes que favorecerían el uso del mineral.

La especialista de México Evalúa recordó que durante el Parlamento Abierto sobre la reforma eléctrica, el director corporativo de operaciones de CFE, Carlos Morales, expuso una proyección para aumentar la generación eléctrica a base de carbón para 2024 en caso de que se aprobara la iniciativa.

Ya pasaron más de dos semanas del derrumbe de un pozo minero en Sabinas, Coahuila, en el que aún no se han concretado las labores de rescate de 10 mineros. El gobernador de la entidad, Miguel Riquelme, criticó el martes la política del director de CFE, Manuel Bartlett, de adquirir más carbón a los pequeños productores pues, “provoca un coyotaje que al final termina en la explotación de pozos o de pocitos sin la seguridad necesaria para poder cuidar la vida de los trabajadores”.

 

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