La lucha por la presidencia de Brasil inició este martes, en una contienda que se antoja encarnizada con dos personajes que representan extremos opuestos en la vida política y social del país sudamericano.
La elección tiene como sus protagonistas al actual presidente de ultraderecha, Jair Bolsonaro, y al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quienes en este día realizaron sus primeros eventos de la campaña hacia los comicios a celebrarse en octubre de este año.
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Bolsonaro, de 67 años, encabezó un mitin en la misma esquina en la que fue apuñalado en la campaña de 2018, en Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais.
Con alusiones religiosas, el actual mandatario reiteró su promesa de luchar contra la inflación, el aborto, las drogas y defender la “propiedad privada” de la amenaza “comunista”.
Por su parte, Lula da Silva buscó representar a los más pobres y a la clase obrera en su primer discurso de campaña, en un acto desde una fábrica en Sao Bernardo do Campo, en la región metropolitana de Sao Paulo, donde comenzó su carrera política en los años 70 como líder sindical.
Desde la precampaña, Bolsonaro ha cuestionado el sistema de voto electrónico, en lo que la organización no gubernamental Human Rights Watch considera un intento para “debilitar el sistema electoral”, esto ante la ventaja de 12 puntos que Lula le lleva, de acuerdo con una encuesta de IPEC.
Con información de AFP
LEG