Foto: Cuartoscuro | Los casos se ubican en 20 entidades del país, siendo la Ciudad de México con 141, Jalisco con 46 y Yucatán con 15, donde existe un mayor número de casos confirmados  

Con corte al 15 de agosto, en México se han identificado 610 casos que cumplen con la definición operacional de caso probable de viruela símica, de los cuales 252 son confirmados, con resultado positivo por el InDRE, informó la Secretaría de Salud (Ssa).

Los casos se ubican en 20 entidades del país, siendo la Ciudad de México con 141, Jalisco con 46 y Yucatán con 15, donde existe un mayor número de casos confirmados.

En cuanto a la distribución por sexo, el predominio en hombres en un 94 %. En tanto, el grupo etario 30 a 39 años es el mayormente afectado (45.6 %) con 115 de los 252 casos confirmados, seguido de los grupos de 21 a 29 y de 40 a 49 años que reportan 56 casos cada uno.

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Entre las personas de 50 a 59 años hay 15 casos, entre mayores de 60 años hay cuatro casos y en menores de 20 hay seis casos reportados.

De acuerdo con Ssa, la viruela símica o del mono se transmite por contacto directo con las secreciones de una persona enferma a través de mucosas o lesiones de la piel, gotitas respiratorias y objetos contaminados con los líquidos corporales; así como por contacto directo con animales enfermos como monos y roedores; por comer carne mal cocida y otros productos de animales contaminados con el virus.

En México, la viruela símica no es una enfermedad endémica, por lo que la transmisión es principalmente por contacto estrecho (incluidas las relaciones sexuales) con personas infectadas durante su periodo de contagio o a través de objetos contaminados (ropa, ropa de cama, toallas y otros).

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Los principales síntomas son: fiebre de inicio repentino de 38 grados o más, dolor de cabeza, fatiga y debilidad, dolores musculares, inflamación de los ganglios linfáticos, y particularmente lesiones en la piel que se caracterizan por tener ampollitas con un ombligo en su centro.

Esta enfermedad se puede prevenir al evitar contacto físico directo con personas enfermas o con sospecha, así como con objetos de uso personal y materiales usados para la atención médica; se recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizar gel antibacterial.