cangrejos
Foto: 24 Horas Quintana Roo / El crustáceo es nativo del Caribe mexicano; sin embargo su densidad de población es muy baja  

Ante la colonización de las macroalgas al arrecife de coral, que a su vez provocan su deterioro, un equipo de biólogos del Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera (CRIAP), de Puerto Morelos, en Quintana Roo, emprendió un proyecto pionero en México: insertar cangrejos azules para que las devoren.

Son 35 los cangrejos rey que se han insertado en el arrecife Ojo de Agua, desde noviembre pasado, como el primer experimento para atacar el problema de la proliferación de macroalgas, derivado del aumento de nutrientes en el mar, aportados por actividades humanas.

“Ya hicimos la primera introducción, en un pequeño proyecto piloto en el arrecife Ojo de Agua, donde llegamos a tener 35 individuos ya aptos para llevarlos”, explicó Sara Gutiérrez Plata, bióloga del CRIAP y responsable del programa.

PIONEROS EN MÉXICO

Es la primera vez en todo el país que se realiza una prueba como esta y se da en paralelo con una de Centroamérica, aunque con metodologías diferentes, pues en esta región se crían en el mismo arrecife, a diferencia de Puerto Morelos, donde primero son criados en laboratorio y luego llevados hasta el punto de interés.

“Las macroalgas carnosas son el organismo al que ataca el cangrejo rey, que son todo lo que crece en el arrecife mismo; es un herbívoro muy eficiente porque el rango de especies de macroalgas que come es muy amplio, es decir, come muchos tipos de alga, y no erosiona la matriz del arrecife, a diferencia del pez loro”, explicó Gutiérrez.

La bióloga añadió que aunque es un elemento que será de mucha ayuda, por el momento su presencia en el lugar es baja.

“El cangrejo azul es un organismo nativo del Caribe(…) tiene una densidad de población muy baja, entonces, a pesar de que es muy eficiente en su zona, son poquitos y son territoriales; limpian su espacio, pero no se mueven más allá. La idea es incrementar los ejemplares en el arrecife para que ayuden a limpiar más”, añadió.

Previo a su inserción, los biólogos del Criap iniciaron un monitoreo del alga en el sitio y desde noviembre regresan al arrecife cada tres meses para evaluar los resultados.

 

LEG