Al acudir a Acapulco, Guerrero, para el anuncio de un proyecto para el tratamiento de aguas residuales, el canciller Marcelo Ebrard fue elogiado al grito de “presidente, presidente”.
Con una sonrisa el diplomático agradecía a los asistentes, y después echaron una porra: “A la bio, a la bao, a la bim bomba, Marcelo, Marcelo, ra, ra, ra!”.
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En el lugar Ebrard fue testigo del anuncio del proyecto de inversión internacional en colectores de captación, conducción y tratamiento de aguas residuales dentro del polígono Zapata-Renacimiento, que tiene como objetivo frenar la contaminación del río La Sabana y la laguna de Tres Palos y contará con una inversión de 170 millones de pesos.
“Yo creo que en el mundo hay muchas personas positivas y otras que son negativas. Por ejemplo, en México un polo positivo es el presidente López Obrador, que está transformando al país”, expresó.
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Además en su discurso el titular de la SRE expuso que se busca que la Bahía de Acapulco sea la mas limpia de América.
“Y aunque van a venir muchas gentes y dirán ‘que bárbaro lo que están diciendo, es demasiado’, pero yo les diría algo: todas las grandes cosas inician por dos condiciones, una ambición de llegar muy lejos y segundo voluntad y perseverancia para lograrlo, pase lo que pase”, concluyó.