La inflación general en junio rebasó el pronóstico del mercado y tocó su mayor nivel desde enero de 2001, impulsada principalmente por aumentos en alimentos procesados y bebidas.
El indicador alcanzó 7.99% anual, la tasa más alta desde enero de 2001. Además, la inflación subyacente, que elimina bienes y servicios con mayor volatilidad, como los energéticos, llegó a 7.49%, la más elevada desde diciembre de 2000, de acuerdo con datos del Inegi.
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El dato de inflación general fue superior al cálculo del mercado, que anticipaba una tasa de 7.96%. De acuerdo con las proyecciones más recientes del banco central, el alza de precios alcanzará su pico en el tercer trimestre a 8.1% para luego iniciar un proceso de desaceleración y converger hacia la meta de la institución de 3% en el primer trimestre de 2024.
En la más reciente encuesta quincenal de Citibanamex, los grupos de análisis consultados elevaron de 7% a 7.60% su pronóstico para el cierre de año, mientras que en la más reciente encuesta mensual de Banxico, el consenso elevó su estimado de 6.81% a 7.50%.
Dentro de la inflación subyacente, que monitorea con especial atención Banxico para sus decisiones, destacó el alza de 11.84% anual de alimentos procesados y bebidas, la tasa más alta desde diciembre de 1999, cuando el registro fue de 13.67%.
“Estamos viendo una inflación que está golpeando en mayor medida a los precios de los alimentos y esto se traduce en menor poder adquisitivo para las familias de menores recursos”, apuntó Adriana García, economista en la organización “México, ¿cómo vamos?”
Para Jessica Roldán, economista en jefe de Finamex Casa de Bolsa, la persistencia en el alza de alimentos procesados refleja las presiones en materias primas para fabricar insumos y, probablemente, también presiones en los costos de los energéticos.
Yesenia, habitante de Chimalhuacán, Estado de México, presume que sabe buscar los mejores precios de los alimentos, pero últimamente se le ha complicado la labor, ya que todos los negocios ofrecen los mismos precios.
“Antes ya sabía bien con quién ir a comprar porque daba barato, pero ahora en todos los lugares están igual de caros, casi no hay diferencia”, compartió.
Por otro lado, la inflación no subyacente, que incluye bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, como frutas y verduras, llegó a 9.47%, la tasa anual más grande desde enero pasado.
Al interior de la inflación no subyacente, los productos agropecuarios subieron 15.02% y al interior de este componente los precios de las frutas y verduras subieron 14.39%, mientras que los pecuarios se elevaron 15.51%.
Respecto al mes previo, la inflación tuvo una variación de 0.84%, superior al 0.18% de mayo. En tanto, la subyacente fue de 0.77% y la no subyacente llegó a 1.07%.
Entre los productos genéricos cuyas alzas de precios destacaron por su incidencia sobre la inflación general estuvieron la papa y otros tubérculos (28.62%), pollo (3.35%) y loncherías, fondas, torterías y taquerías (0.96%), mientras que los productos que destacaron por los precios a la baja fueron gas doméstico LP (-2.13%), limón (-17.02) y el chile serrano (-17.18%).
México y el resto del mundo experimentan alzas constantes y generalizadas de precios por los estragos de la Chimalhuacán, Estado de México,y el impacto económico de la guerra en Ucrania.
La confianza de los consumidores en la economía de sus hogares y del país hiló en junio dos meses con caídas, de acuerdo con el Inegi. Al interior del indicador sobresalió el pesimismo sobre la situación económica del país dentro de un año, pues este componente retrocedió dos puntos respecto a la encuesta de mayo, y se trató de la caída más grande desde diciembre pasado.
LEG