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Foto: Freepik / Aunque no se esperan números negativos en México por una previsible desaceleración global, sí habría un menor crecimiento  

Para el segundo semestre del año, el desempeño de la economía mexicana se caracterizará por la incertidumbre en torno a la evolución de los acontecimientos globales actuales, como el conflicto bélico en Ucrania, la persistencia de las afectaciones en las cadenas globales de suministro, las presiones inflacionarias y una posible recesión en Estados Unidos, consideraron economistas.

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Aunque no se esperan números negativos en México por una previsible desaceleración global, sí habría un menor crecimiento respecto a lo observado durante la primera mitad de 2022, y el principal riesgo para los siguientes meses es la inflación.

Infografía: Juan ángel Espinosa

Los elevados niveles de inflación han llevado a los bancos centrales a elevar sus tasas para tratar de estabilizar los precios, pero el riesgo es que se desaceleren las economías.

“Lo que se prevé es que empecemos a ver una pérdida de dinamismo más notorio a partir del próximo año y esto sin duda terminará afectando la economía local, pues más del 80% de nuestras exportaciones se envían a Estados Unidos. Entonces, derivado de esto, posiblemente la economía mexicana podría estar presentando una desaceleración el próximo año”, consideró la subdirectora de Análisis Económico en Monex, Janneth Quiroz.

“Si hubiera recesión en Estados Unidos, México también sufriría una caída en su Producto Interno Bruto por la dependencia que tiene, dependiendo de la magnitud de la recesión y de la duración de la misma”, agregó Víctor Ceja, economista en jefe de Valmex.

“La expectativa de crecimiento sigue siendo muy baja y no mejora para el año que entra. La mayoría está pensando que la economía no va a crecer más del 2% y ante riesgos fantasmas de recesión económica en EU, ante elementos que nos preocupan y que pueden provocar que la inflación se mantenga alta quizá hasta el próximo año, nos hace más evidente la necesidad por fomentar la inversión, es lo único que nos puede salvar”, apuntó Jorge Arturo Gordillo, director de Análisis Económico y Bursátil en CIBANCO.

Otro de los riesgos que ven los especialistas es la guerra en Ucrania y la persistencia de las irrupciones en las cadenas globales de suministro que han provocado mayores presiones inflacionarias en las materias primas en todo el mundo.

“El conflicto –en Ucrania– ha tenido varios efectos colaterales en la economía mexicana. En el caso del precio de los commodities, es algo que está impactando tanto a energía como en alimentos, con un efecto secundario a los temas inflacionarios en México y en el mundo”, apuntó Ricardo Gallegos, director ejecutivo senior de Finanzas Públicas y Deuda Soberana en HR Ratings.

Añadió que para el segundo semestre también se estima que las cadenas globales de suministro muestren afectaciones en la producción y la distribución de mercancías provenientes de la zona asiática, en donde se han registrado mayores cierres por la política cero Covid.

Ante el contexto de riesgos globales, los economistas destacan que los indicadores económicos para el primer semestre tuvieron un desempeño todavía bajo, pero positivo; sin embargo, para la recta final del año habría una moderación en el crecimiento, siendo la inflación el principal reto.

“Es una segunda mitad del año que va a ser incierta, pero con muchos desafíos para las autoridades, tanto fiscales como monetarias para poder controlar la inflación y tratar que las economías caigan en recesión”, acotó Víctor Ceja, economista en jefe de Valmex.

LEG