“Iba nadando lo más rápido que podía (…) ¡Anita, respira!, y no respiraba”, es como recuerda la entrenadora Andrea Fuentes el momento en que sacó de la piscina a la nadadora Anita Álvarez cuando perdió el conocimiento durante su prueba en el FINA World Championships Budapest 2022.
En entrevista para “El Larguero”, la entrenadora del equipo de Estados Unidos de nado artístico señaló que este incidente no se le va a olvidar, aunque reveló que no ha sido la primera vez que atraviesa por una situación similar la deportista estadounidense.
“No se nos va a olvidar, ha sido un susto grande, no es la primera vez que le pasa porque es una deportista que le gusta llegar al límite y encontrar límites. Le he dicho a Anita, no lo hagas más por favor”, detalló.
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Fue durante la final libre individual de nado artístico en Budapest cuando Anita Álvarez se quedó suspendida al fondo de la piscina debido a que se desvaneció, por lo que su entradora Andrea Fuentes ingreso para sacarla del agua, hecho que fue registrado en una serie de fotografías.
Tras lo ocurrido casi al final de la prueba, la española le explicó a Anita Álvarez que en otras disciplinas en el deporte de alto rendimiento suele ocurrir lo mismo, ya que su cuerpo llega al límite.
LOS SOCORRISTAS ESTABAN PARALIZADOS
La española Andrea Fuentes, quien cuenta con un palmarés de cuatro medallas olímpicas, reveló que decidió meterse inmediatamente a la piscina al percatarse que los socorristas estaban como paralizados y no reaccionaban ante el estado de la nadadora estadounidense.
“Yo les estaba gritando desde la otra punta, meteros al agua ya por favor, como no se metan ya me tiro en dos segundos.
“Iba viendo como se iba hundiendo, iba nadando lo más rápido que podía, he hecho la apnea más rápida de mi vida, creo”.
Una vez ya en la superficie y con el cuerpo de Anita entre sus brazos, dijo que dio dos bofetadas para que reaccionara.
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“La cojo, la saco, pero no respiraba porque tenía la mandíbula super dura, cerrando la boca como muy fuerte. Le he metido dos bofetadas para que despertara, ¡Anita, respira!, y no respiraba”.
Al final, también tuvo que accionar ante la poca ayuda que le proporcionó el socorrista en ese momento de rescatar a la deportista estadounidense.
“Al final el socorrista la mantenía boca arriba y yo he hecho primeros auxilios y cuando alguien no respira hay que girarla para que no traiga agua y yo le giraba la cabeza porque el otro no se enteraba de nada. Y encima yo tenía que arrastrar a los dos casi porque el otro no sabía nadar bien”.
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