CUMBRE
Foto: AFP / Latinos en Los Ángeles piden se invite a toda América  

Los temas que interesan a la región de las Américas se comenzaron a tratar de manera formal en una cumbre de líderes de las zonas norte, centro y sur en 1994, en Estados Unidos, con el objetivo principal de conformar un área de libre comercio continental. Aunque eso no se logró, sí permaneció como una plataforma para tocar problemas comunes, como la migración.

Agrupados por la Organización de los Estados Americanos (OEA), 35 naciones están convocadas cada tres años (con sus variaciones, pues se han realizado ocho encuentros oficiales y dos extraordinarios) para abordar desafíos económicos, discutir aspectos políticos, tomar decisiones sobre planes multilaterales o reafirmar los valores comunes.

En general, al país anfitrión toca organizar el encuentro, definir lineamientos y enviar invitaciones, lo que este año fue la causa de la mayor polémica, pues Estados Unidos (esta vez Los Ángeles, del 6 al 10 de junio) decidió que no incluiría en el foro a los países que no respeten la Carta Democrática Interamericana aprobada en Perú en 2001, es decir, que no cuenten con una democracia plena y operativa, lo que dejó fuera a Venezuela, Nicaragua y Cuba… despertando la inconformidad de otros vecinos.

Cuba no ha estado presente en todas las ediciones, y a Venezuela ya le habían retirado el lugar de la mesa antes (2018); también se ha realizado este encuentro sin la presencia del presidente de Estados Unidos (Donald Trump, también en 2018). Aunque este año la exclusión de tres naciones puede derivar en una cascada que deje fuera a los presidentes de casi una veintena de países más, y llevar a la IX Cumbre a un simbólico fracaso.

Una imagen de América fragmentada podría dar ventaja a los otros competidores mundiales, sobre todo en el terreno comercial, como China. El mismo mandatario mexicano hizo énfasis desde la Casa Blanca en noviembre pasado en la importancia de trabajar unidos los americanos (también estaba presente el premier canadiense, Justin Trudeau) para hacer mella a una eventual hegemonía asiática.

Si bien sigue en el aire la asistencia de los mandatarios de México, Bolivia, Honduras y otros 15 del Caribe (enviarían a un representante), quienes ya confirmaron su asistencia son los presidentes de Argentina y Brasil, dos de las economías más importantes de Sudamérica.

Sin decidir, AMLO no sabe si asistirá

A cuatro días del arranque de la IX Cumbre de las Américas en Estados Unidos, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dejó en suspenso su participación.

Al ser cuestionado ayer sobre si ya tiene una definición respecto al tema, el titular del Ejecutivo dijo: “Lo de la Cumbre estamos esperando, ayer un funcionario de Estados Unidos, Juan González, habló de que todavía no están terminadas las listas, o hace falta distribuir algunas invitaciones, vamos a esperarnos”.

Destacó que mantiene una muy buena relación no sólo con el presidente Joe Biden, sino con todo su gabinete, a quienes consideró muy buenos profesionales “que respetan a México”.

“Desde luego ellos tienen que resolverlo, escuchando a todos como lo están haciendo; seguramente ya saben cuál es nuestra postura”, sostuvo en su conferencia.

LOS OBJETIVOS

La Casa Blanca difundió que las prioridades del gobierno de Estados Unidos durante la próxima Cumbre giran en torno a propuestas sobre problemáticas regionales como migración, la recuperación tras la crisis sanitaria por el Covid-19, los efectos de la guerra y la preservación de la democracia en todo el continente.

Infografía: Xavier Rodríguez

LEG