Uno de los sueños para el ser humano desde hace años ha sido trasladarse en su vehículo manipulando lo menos posible la conducción. La experiencia se ha ido mejorando y Nissan quiso dar un paso extra con el sistema ProPilot, una asistencia con la que la firma japonesa complementa a sus vehículos para contar con una experiencia que solo se vivía en vehículos de mayor costo.

Uno de los autos que poseen esta suite es Altima, el cual tuvimos oportunidad de conducir por unos días para ver su desempeño con el sistema dotado de inteligencia artificial.

El uso del control crucero no es una novedad en la mayoría de los vehículos de la actualidad, pero ahora ni siquiera manipular el volante, es posible.

Función que con el toque de un botón sobre el volante se ejecuta y el auto comienza a conducirse solo. La programación de velocidad y distancia con el auto de enfrente se programa como normalmente se hace, y lo único en lo que se debe mantener la atención es en el timón, ya que si bien sigue el rumbo, mantiene la advertencia de eliminar la asistencia si por un tiempo prolongado no se toca el volante.

A considerar que este sistema funciona en carriles visibles, pues la cámara situada en la parte del retrovisor, así como los sensores en la parte del logo en la parrilla, requieren identificar esas líneas para guiarse.

Otro de los aspectos más importantes es que esta asistencia no solo contempla al auto inmediato de enfrente, también al que está por delante, ya que si ese vehículo disminuye su velocidad, los sensores lo detectan y se ponen en alerta para cualquier movimiento inesperado.

Esto, por supuesto, conlleva que la seguridad aumente para evitar un accidente. Antes de activarse, el vehículo señala en el clúster cuando los carriles están identificados para ejecutar las funciones, al igual que si se quiere salir del carril, el auto aplica una fuerza para evitar que el auto continúe esa trayectoria fuera del carril.

Para el alto total, existen dos posibilidades: si no demora nada, el Altima continúa con la trayectoria del vehículo de enfrente, pero de mantenerse estático varios segundos, se requiere pulsar el comando de set para reanudar la operación tal como estaba ejecutada.

También el freno de emergencia ante el cruce de peatón es un infaltable, pues al contar con un motor de 248 caballos de fuerza, se requiere dicha asistencia de reflejo inmediato, y la cual se ejecuta óptimamente.

Hablando de la mecánica de Nissan Altima, el motor de Compresión Variable es uno de sus rasgos más atractivos al adaptar su desempeño al estilo de conducción de la persona que lo pilota. Desde una relación 8:1 para un manejo más deportivo, a la relación 14:1 para llevar un estilo más contenido y priorizando el ahorro de combustible. El torque de 280 lb-pie con el caballaje, dan un toque de un bloque V6.

En el tema de acabados en el interior, Altima hace que la sensación de un vehículo premium esté presente a un costo menor y que todas sus cualidades en cuanto a conectividad, seguridad y habitabilidad, armen una atmósfera muy agradable.

LEG