Emmanuel Macron, un exbanquero y ministro de Economía, de 44 años, llegó al poder en 2017 sin casi experiencia política. FOTO: AFP  

Al grito de “movilización general”, el presidente francés, Emmanuel Macron, buscó el sábado ante miles de simpatizantes impulsar su reelección, cuando los sondeos dan posibilidades a la ultraderechista Marine Le Pen a ocho días de la primera vuelta.

“¡No quiero arrogancia ni derrotismo, quiero una movilización general!”, urgió el mandatario liberal desde el barrio de negocios de La Défense, al oeste de París, durante su primer y único mitin multitudinario antes de los comicios del 10 de abril.

Macron tiene un 28,5% de intenciones de voto, seguido por Le Pen con 22% y por el izquierdista Jean-Luc Mélenchon con 15%. Pero su ventaja se reduce a seis puntos ante Le Pen en el balotaje del 24 de abril, según un sondeo de Elabe.

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Ese duelo reproduciría el de 2017, cuando Macron derrotó a Le Pen por más de 30 puntos (66% a 34%).

Confortado ahora en su condición de presidente en ejercicio y gran favorito, el candidato de La República En Marcha (LREM) se había abstenido hasta el momento de bajar al barro de la lucha electoral, justificándolo en la gestión de la pandemia y de la mediación entre Rusia y Ucrania.

La guerra en Ucrania opacaba a su vez la campaña electoral, aunque esta cobró fuerza en los últimos días con la progresión de Le Pen, que suavizó su imagen y busca aparecer como la defensora del poder adquisitivo, la principal preocupación de los franceses en momentos de fuerte aumento de los precios.

“¡Presten atención! Desde el Brexit pasando por tantas elecciones, lo que parecía improbable ha sucedido, así que les digo con mucha fuerza esta noche que nada es imposible”, advirtió Macron, al término de un discurso de poco más de 2 horas en el recinto Paris La Défense Arena.

Macron alertó sobre el “peligro extremista” y desplegó un discurso más social. Defendió las medidas ya adoptadas para frenar el alza de la inflación, pero prometió una prima de “poder adquisitivo” de 6.000 euros (6.627 dólares) para los trabajadores, si es reelecto.

Emmanuel Macron, un exbanquero y ministro de Economía, de 44 años, llegó al poder en 2017 sin casi experiencia política tras sacudir el tablero con su partido de centro e impulsado en la segunda vuelta por el “cordón sanitario” contra Le Pen.

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Pero quiere ir más allá y llamó a los electores indecisos a apoyarlo, en momentos en que los sondeos auguran crisis en las tradicionales formaciones de gobierno, el Partido Socialista del ex presidente François Hollande (2012-2017) y Los Republicanos (derecha) de Nicolas Sarkozy (2007-2012).

 

– “Nos tocó la lotería” –

Su discurso lo realizó ante unos 30.000 entusiastas seguidores en el recinto cubierto que acoge desde partidos de rugby a megaconciertos y antes de su llegada había tanto música en directo como una animación típica de grandes finales.

“Nos tocó la lotería en 2017. Necesitamos conservarlo”, dijo a la AFP desde las gradas Dominique Boue, una jubilada de 73 años, quien deseaba que Macron evitara hablar de la polémica reforma de las pensiones, porque “la gente solo piensa en el poder adquisitivo”.

Pero el presidente y candidato dijo “asumir” su propuesta de retrasar la edad de la jubilación de 62 a 65 años, “porque así podremos financiar todos los proyectos de los que hablo”, apuntó Macron, quien promete también “bajar los impuestos”.

La pandemia de coronavirus ya le obligó a congelar esa reforma, contra la que se manifestaron miles de personas. La primera mitad de su mandato estuvo de hecho marcada por las protestas sociales, sobre todo la de los “chalecos amarillos”.

Sus medidas y sus polémicas frases como cuando dijo que en las estaciones de tren uno se cruza con “gente que ha tenido éxito y con personas que no son nada” galvanizaron esas protestas y reforzaron su imagen de “presidente de los ricos”.

Aunque se ha esforzado en borrar esta imagen –publicando fotos con sudadera en el Palacio del Elíseo, conversando con youtubers o hablando de sus sentimientos–, una polémica reciente sobre millonarios contratos con consultoras la sacó a relucir de nuevo.

En tiempo de descuento, el mitin intentó recuperar la ilusión y la dinámica con la que fue elegido en 2017. “La movilización es ahora, la lucha es ahora. La lucha del progreso contra el repliegue, del patriotismo y Europa contra el nacionalismo”, advirtió.

klcg