El pasado 15 de julio del 2021, Juan Pablo Medina sufrió de un infarto silencioso en medio de un rodaje. El actor fue primero notificado que se trató de una intoxicación pero conforme pasaron los minutos y los días se le dio la noticia que tenía coágulos en parte del intestino y las piernas.

La gravedad de este hecho lo llevó a tomar la decisión de que se le amputara la pierna derecha. El actor habló por primera vez de lo que le sucedió en la revista GQ y le contó a Oscar Uriel la travesía que atravesó hasta el uso de una prótesis.

Algo que destacó es que no quería parar el rodaje en el que estaba al considerar que eso no sería profesional a pesar de que se sentía mal. El dolor que experimentó lo orilló a pedir que lo llevaran a un hospital.

“Lo que recuerdo es que me encontraba en llamado, grabando en un hotel, y de repente me empecé a sentir mal del estómago. Llamé al médico de la producción porque sí me encontraba mal, pero sentía la presión de no dejar parada la filmación por respeto al resto del equipo. Sin embargo, el dolor fue a más. Tengo la suerte de que mi padre es médico y pedí que me llevaran con él. Quería estar al lado de mi papá…”, recordó.

Para recibir un diagnostico el actor estuvo internado y ahí es cuando se enteró que sufrió de un infarto silencioso, afección que puede confundirse con otros padecimientos y de no tratarse podría tener consecuencias.

“Me hicieron una tomografía con contraste y vieron que tenía coágulos en el intestino y en las piernas. Por fin encontraron el diagnóstico definitivo: había sufrido un infarto silencioso. Tenía un coágulo en el corazón y éste aventó coágulos por todas las arterias […] Yo tenía mucho dolor y para poderme operar el intestino y las piernas me tuvieron que dormir. Cuando desperté, me vi todo hinchado, mis manos parecían enormes bolas… Todo fue muy traumático”.

Preocupado, “Chespi”, como lo conocen en su circulo de amigos, mostró su ira ante esta situación y que tanto su novia, Paulina Dávila y su padre, Salvador Medina le pidieron que checara sus prioridades como su salud.

“Estaba muy encabronado. ¿Por qué estoy jodiendo a la producción? No me veía las manos y no quería que nadie me viera en esas condiciones.”, compartió.

Luego de varias cirugías y nula respuesta por parte de su cuerpo los médicos tenían que amputar la pierna derecha. Esa decisión la tuvo que tomar Juan Pablo ya que si no se hacía podía complicarse.

“Me ofrecían salvarme la vida, pero la solución era la amputación. Y cuanto más tiempo pasara, las cosas se tornarían más y más complicadas, por lo que había llegado el momento de tomar una decisión. Yo aposté por vivir. Reuní a mi familia y les transmití que aceptaba. Todos me apoyaron. No había otra opción. No había vuelta atrás”.

Aunque el actor ya está mejor de salud la actuación seguirá siendo parte de su vida pero por el momento ha priorizado su recuperación y la salud mental, situación de la que hizo enfasis que nunca había tomado terapia y que con esta experiencia no la dejará.

“Mi rehabilitación es un proceso que lleva su tiempo. Ha sido un procedimiento tardado, pero yo quiero hacer todavía mucho más y esto requiere tiempo, dedicación y paciencia […] Por eso no me quiero adelantar y sé que debo atravesar todos los procesos. Por ahora, lo más importante es la salud mental y sanarme, poder dominar la prótesis y continuar con la recuperación física; para después llegar a poder interpretar los personajes que me lleguen en el futuro”, finalizó.

Puedes ver la entrevista completa a continuación.

LDAV