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Foto: Especial / Los controladores de flujo deben establecer bloques de aviones para permitir un adecuado tránsito aéreo  

Desde el Centro de Control México que vigila el espacio aéreo de la zona centro del país y recibe entre 800 a mil 100 operaciones al día, se operaron los 20 vuelos con los que arrancó el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Con la entrada en funcionamiento del AIFA, el Centro de Control ubicado en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México opera el flujo de todos los vuelos de 60 terminales aéreas, por lo que está considerado el más importante de América Latina.

Y opera 19 aeropuertos en la zona centro del país, en materia de aproximación, de acuerdo con datos del Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam).

Para ello, los controladores de flujo deben establecer bloques de aviones para permitir un adecuado tránsito aéreo. Para el caso del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, se organizan bloques de ocho aviones o hasta 12, dependiendo de la saturación y condiciones de tiempo, por cada 15 minutos, lo que permite que en esta terminal aérea se realice una operación (aterrizaje o despegue) por cada minuto con cuarenta segundos.

Este control de flujo se ordena de acuerdo al plan de vuelo de cada aeronave y con ello se calcula el horario de llegada para enrutar el aterrizaje. En caso de que exista una saturación que genere demora, los controladores tienen la capacidad para colocar a un avión en un circuito en forma de óvalo que lo va a mantener en seguridad a una altitud exclusiva y con velocidad muy baja por algunos minutos, hasta continuar su ruta.

Además, existen los controladores de aproximación, que son los que tienen permanente contacto con los pilotos de todos los aviones y a través de una pantalla, observan en tiempo real la ubicación exacta de todos los vuelos en el aire.

Una vez que van a aterrizar las aeronaves, el controlador de aproximación, pasa la estafeta a los controladores de Torre de Control, quienes logran llevar a las aeronaves, hasta sus posiciones finales en tierra.

LA PROFESIÓN MÁS ESTRESANTE

El control de tránsito aéreo está calificado como la profesión más estresante del mundo, ante la alta responsabilidad que tienen las personas, que en realidad son los ojos de los pilotos en el espacio aéreo, y deben estar altamente capacitados.

En México hay mil 150 controladores en los 60 aeropuertos de la República Mexicana.

Para llegar a ser controlador, tienen que hacer una carrera de tránsito aéreo, posteriormente son capacitados en una torre de control y de ahí tienen que pasar entre seis y ocho meses de capacitación para estar en el Centro de Control en la posición más básica; además, cada año requieren una capacitación para poder mantener su licencia.

“No hay una escuela en el país que de la carrera de control de tránsito aéreo, los controladores forman controladores y el Centro de Capacitación que pertenece al SENEAM, es el que da la carrera, igual de meteorólogos aeronáuticos. Cada unidad de control, no obstante que tú salgas de la carrera ya con los conocimientos generales, cada unidad requiere una especialización”, explicaron controladores a 24 HORAS.

Los controladores también deben practicar en simuladores diferentes escenarios climatológicos que puedan afectar un vuelo, o situaciones de emergencia, y con ello lograr un adecuado manejo de la situación.

Además, están sometidos a constantes estudios de salud y psicológicos para manejar adecuadamente el estrés, “tienes que tener temple, debemos inyectarle confianza al piloto”. Y es que en caso de una emergencia, esta se debe atender y resolver en un tiempo de dos minutos, por lo que las decisiones de los controladores son vitales.

De esa manera, para ser controlador se requiere: mantener la calma aún estando bajo presión, asumir riesgos, capacidad de toma rápida de decisiones mientras se procesan diversas fuentes de información a la vez, excelente ubicación espacial, trabajo en equipo y una alta capacidad de abstracción.

LEG