La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aseveró que la reforma energética propuesta por el Ejecutivo federal garantiza al país la soberanía energética, la generación de electricidad y un futuro con menos emisiones de gases de efecto invernadero.
En su participación en el foro de Parlamento Abierto para el análisis de la reforma energética que se lleva a cabo en la Cámara de Diputados, sostuvo que es falso que los certificados de energía renovable sean la única manera de promover las energías renovables en el sector eléctrico nacional.
Agregó que la advertencia que se ha hecho a lo largo de los foros de que las inversiones privadas saldrán de aprobarse la reforma eléctrica es falsa.
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“Estoy convencida que la reforma eléctrica que se presenta es la mejor forma de garantizar la transición energética en México a partir de un esquema de planeación y de garantía de un futuro sustentable.
“Es falso y lo digo de manera categórica, que la reforma implica energía sucia, más bien cierra la puerta a los negocios sucios y abre la puerta a un futuro de desarrollo sustentable para el país”, puntualizó.
La participación de Sheinbaum en los foros de Parlamento Abierto es la primera de una persona titular del Poder Ejecutivo, a pesar de las invitaciones que la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de San Lázaro ha hecho a los gobernadores de los estados.
Al ser presentada, la jefa de Gobierno recordó que formó parte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático y de la Comisión para Políticas del Desarrollo de Naciones Unidas con el tema de los impactos ambientales de la energía.
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Expresó que acudir al recinto legislativo de San Lázaro para defender la iniciativa que presentó el presidente López Obrador para reformar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución en materia de energía eléctrica, litio y otros minerales era para ella un acto de responsabilidad y visión republicana.
Criticó que durante años no se desarrolló la energía renovable en el país porque desde el Gobierno federal se estableció un esquema en donde evitaba que Comisión Federal de Electricidad (CFE) invirtiera en energías renovables, apostándole todo al gas natural.
Sheinbaum aseveró que la reforma eléctrica de 2013 no tuvo como objetivo promover las energías renovables, sino la desintegrar a la CFE y promover a los privados en el sector energético.
En 2013, abundó, se estableció que las redes de transmisión y distribución queden bajo control del Estado a través de CFE pero convertidas en empresas autónomas, dividiendo ésta y regida no por su consejo de administración sino por la Comisión Reguladora de Energía y el Centro Nacional de Control de Energía.