¡Vaya cierre de semana que se dio en los mercados financieros el viernes pasado! Una semana en la que el dato de inflación de enero en Estados Unidos superó expectativas al situarse en 7.5% anual, y generó mucha confusión hasta entre los propios funcionarios de la FED, que mostraban (ahora sí) una preocupación real de inflación, que alcanzó niveles no vistos desde los 80´s.

Por el lado de la FED, la presión por contener la inflación mostró comentarios de miembros hasta de alzas de 100 puntos base en su primera decisión de incremento, que hasta ahora se tiene contemplada para la reunión de marzo 16. Sin embargo, en algunos informativos de Estados Unidos, se menciona que la Fed, inclusive, podría “decidir” en cualquier momento un aumento en la tasa de interés entre 25 y 50 puntos. Analistas, inversionistas, funcionarios de la FED; confundidos y nerviosos por frenar a la inflación.

Pero no queda únicamente con la decisión de un aumento en tasas de interés. Es urgente que la FED concluya esa compra de activos de bonos del tesoro y bonos respaldados por hipotecas, que llevaron a un excedente de liquidez en los mercados y ahora se pagan las consecuencias. Necesita empezar a “reducir” urgentemente este excedente por alrededor de poco más de cuatro billones de dólares. Esta acción será más contundente que empezar a mover las tasas de interés. La correlación entre el aumento en la Hoja de Balance de la FED y la inflación es prácticamente de 100%.

También la FED no puede actuar aisladamente sin analizar los riesgos sobre el desarrollo de las cadenas de suministro y el movimiento de materias primas, donde algunos precios de alimentos siguen una tendencia al alza como el maíz, arroz, soya; así como el algodón, el oro, la plata y, modestamente, el cobre hasta el momento. Sin embargo, los precios del petróleo experimentan alzas tras los riesgos manifestados por Estados Unidos y Europa de las acciones de invasión de Rusia sobre Ucrania en cualquier momento.

Basta recordar aquella crisis del petróleo de 1979 a 1982 que generó una inflación en los Estados Unidos a niveles del 14% anual ante la escala de precios del petróleo que se aproximaron a los USD120 por barril. Hoy parece que entre las decisiones de la OPEP, los disturbios en Medio Oriente, así como el aumento en la aversión al riesgo geopolítico de una probable invasión de Rusia a Ucrania, los precios del petróleo se han acelerado de una manera significativa. Por ejemplo, en 2021, el precio del WTI aumentó 55% repercutiendo en incrementos en la gasolina y gas del 58 y 47% respectivamente.

Ahora, en lo que va a penas del 2022, el precio del petróleo WTI se ha incrementado casi 22%, mientras que la gasolina y gas han aumentado 21 y 13.5% respectivamente, llevando la inflación al consumidor al 7.5% anual y mañana martes 15 de febrero, conoceremos la inflación al productor a enero, que podría mantenerse por arriba del 8% anual.

Las bolsas en Estados Unidos cayeron este viernes de manera importante, el ORO se presionó al alza y aún más los precios del petróleo. Los bonos del tesoro se demandaron llevando a un movimiento del bono a 10 años, por ejemplo, de pasar en la sesión de 2.06 a 1.92% que significó un movimiento de 14 puntos base. Esto es volatilidad y entre la necesidad de aumento en las tasas de interés, reducción urgente de los excedentes de flujo en los mercados y esta aversión al riesgo geopolítico, los mercados seguirán experimentando mayor volatilidad, por lo que insistimos en un primer trimestre errático en bolsas con sesgo al alza en el dólar a nivel global.

@1ahuerta