AFGANISTÁN
Foto: AFP / Los nuevos políticos -exlíderes rebeldes-, plantan cara ante el ámbito internacional, exigen que se levanten las sanciones y los bloqueos para poder restaurar al país  

La retirada de las tropas estadounidenses de territorio afgano en agosto de 2021 fue la coronación del regreso al poder del régimen talibán en ese país de Medio Oriente. A medio año de proclamar su gobierno y tomar el control en medio del caos, la diáspora migrante y las sanciones internacionales -por sus políticas ortodoxas y represivas-, el nuevo Afganistán ofrece postales confrontadas.

En la nueva normalidad, la dicotomía se observa en varios niveles. Mientras los líderes talibanes se reparten los territorios, entrenan a sus fuerzas armadas y ocupan los edificios administrativos, las mujeres que ya trabajaban en estos recintos deben pedir permiso para seguirlo haciendo. Los nuevos políticos -exlíderes rebeldes-, plantan cara ante el ámbito internacional, exigen que se levanten las sanciones y los bloqueos para poder restaurar al país.

Al interior, hay quienes se arman de valor para protestar por el regreso de una fuerza que, durante su administración pasada (1996-2001), golpeó particularmente los Derechos Humanos y las libertades de las mujeres. Aunque hoy prometen con una sonrisa que el nuevo gobierno será distinto, más de un afgano teme por el regreso de un régimen opresor.

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