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Foto: Carlos Mendoza Renault reavivó esa alternativa mediante su propio scooter, el cual se puede cargar en casa y guardarse en cualquier espacio  

Después de tener un primer acercamiento al nuevo scooter de Renault, tuvimos la oportunidad de probarlo durante algunos días en los que pudimos verificar qué tan conveniente es como un método para transportarse en la ciudad.

Hace algunos años se volvió común ver en la CDMX scooters en renta mediante aplicaciones para aquellos peatones que requerían de un transporte con el cual eficiente sus tiempos de traslado sin el uso de un auto, autobús o metro, pero a causa de la pandemia, desaparecieron.

Renault reavivó esa alternativa mediante su propio scooter, el cual se puede cargar en casa y guardarse en cualquier espacio.

Primero que nada destacar que no hay complicaciones respecto al uso de este
Un pequeño impulso para tomar vuelo y listo, empieza a funcionar. Si se tiene experiencia previa con ellos, será inmediato el entendimiento, si no, se aprende en cuestión de minutos como rodar por las calles.

Hay tres velocidades con las que se debe familiarizar: 10, 15 y 25 km/h, esta última conocida como el modo Sport.

No hay prueba más retadora que transitar por el terreno de la capital mexicana, sea en banqueta o sobre la carpeta asfáltica, nunca faltará la imperfección por delante.

Se siente una muy buena maniobrabilidad, para sortear baches, pequeñas piedras y personas que cruzan el camino. Igualmente se pone a prueba la prudencia de quien lo lleva.

Renault pensó en la velocidad de 10 km/h para transitar por áreas donde hay personas que impiden ir a un ritmo más apresurado, mientras que los 15 km/h es para áreas el paso puede ser más rápido, pero sin desbocarse.

Particularmente, podemos decir que un plan óptimo para sacarle jugo a este scooter es acudir un lugar con suficiente espacio, pues una vez que se toma ritmo con el modo deportivo, será difícil volver a bajar de intensidad.

Todo se controla mediante el acelerador manual, freno manual y de pie. No hay brusquedad para detenerse, siempre que se haga correctamente. Es muy fácil adaptarse y tras un par de vueltas a un parque, ya se comprende su funcionamiento.

Son 40 kilómetros de autonomía los que se puede alcanzar con una carga. Quizá sea un poco menos dependiendo de las condiciones en las que lo llevemos, pero es una cantidad significativa.

Un punto por el cual es apuesta garantizada es la de remitir a los primeros años.

Inevitablemente se vienen a la mente recuerdos que, para la cotidianidad, vienen de maravilla despertarlos en el trayecto al trabajo o casa. Ese quizá es el mayor aporte de este scooter.

LEG