Foto: Cuartoscuro “Ahora mejor le doy el dinero a mi mamá porque ella lo sabe administrar bien”, externó una joven  

La inflación dejó de ser un tema de libros de historia para los jóvenes, sobre todo los que recientemente se han integrado al mercado laboral y es que después de 21 años, el alza de precios durante 2021 fue una escalada que se mantiene durante el inicio de este año.

A pesar de que los jóvenes no abordan como tal en su cotidianidad el término de la inflación, reconocen sus efectos en la pérdida del poder adquisitivo del dinero que obtienen por su trabajo o apoyo económico de sus padres.

Y es que, observan que el dinero ya no les rinde como antes y observan que productos y servicios han incrementado sus precios, especialmente, en los últimos meses.

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Ana Karen, de 19 años, quien hace aproximadamente un año inició a laborar como auxiliar de diseño de modas, reconoce que, a grandes rasgos, desconoce sobre el concepto de la inflación, sólo tiene entendido que provoca el alza en los precios de los productos.

Pero de lo que sí sabe y ha vivido en el inicio de su vida laboral, es que su sueldo, que a primera vista le parecía mucho dinero, pero a la hora de comprar, se reduce a apenas unos productos y no es suficiente para terminar bien la quincena.

Ella apoya en casa con la despensa y servicios, pero el resto lo destina a gustos y recreación, aunque cada vez le alcanza para menos.

“Ahora mejor le doy el dinero a mi mamá porque ella lo sabe administrar bien”, externa la joven.

Cristina, quien cursa la licenciatura en Administración, tiene el apoyo económico de sus padres y cuenta con una beca de escolaridad, también admite que el concepto de inflación no es término que tenga presente en su vida, sin embargo, sí siente sus efectos.

En casa, escucha constantemente que su madre se queja de los precios de los alimentos, y que el dinero ya no rinde como antes. Ella recuerda que antes había una gran variedad de comida en el hogar, pero ahora faltan las frutas, pues se prefiere comprar verduras para preparar los alimentos.

Miguel Ángel, 28 años, corrector de estilo, reconoce que “Si los combustibles no bajan, lo demás se sigue encareciendo. Sin embargo, de un tiempo para acá el aumento ha sido alto y constante; cada vez resulta más caro y difícil completar la canasta básica.

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