Foto: TVUNAM | En 1985, Juan Rulfo fue nombrado Doctor Honoris Causa por la UNAM
Foto: TVUNAM Foto: TVUNAM | En 1985, Juan Rulfo fue nombrado Doctor Honoris Causa por la UNAM  

Si aún viviera Juan Rulfo estaría próximo a cumplir 105 años, pero un día como hoy de 1986, el escritor jaliciense murió.

Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo nació en Apulco, Jalisco el el 16 de mayo de 1917.

Cuando tenía 21 años, Rulfo comenzó a escribir su primera novela El hijo del desaliento, que nunca llegó a publicarse completa. 

No fue sino hasta 1953 cuando Rulfo sacó El llano en llamas, un libro recopilatorio de 17 cuentos editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).

Dos años después publicó una de sus obras más representativas, Pedro Páramo, novela que ha sido traducida a más de 40 idiomas y con la que alcanzó reconocimiento internacional en el mundo de las letras.

Además de escritor, Rulfo fue guionista y fotógrafo. Después de su muerte, se encontraron aproximadamente siete mil negativos en una caja de zapatos.

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A continuación 10 de sus mejores frases.

1) “Dicen que los pensamientos de los sueños van derechitos al cielo. Ojalá que los míos alcancen esa altura” (Pedro Páramo).

2) “Ora vienes y me quieres remover el sentimiento; pero no sabes que es más dificultoso resucitar un muerto que dar la vida de nuevo” (Paso del Norte).

3) “Nadie te hará daño nunca, hijo. Estoy aquí para protegerte. Por eso nací antes que tú y mis huesos se endurecieron antes que los tuyos” (El hombre).

4) “Cada suspiro es como un sorbo de vida del que uno se deshace” (Pedro Páramo).

5) Los muertos pesan más que los vivos; lo aplastan a uno (El hombre).

6) “También se le ha ido el hambre. No tenía ganas de nada, solo de vivir” (¡Diles que no me maten!).

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7) “Apréndete esto, hijo: en el nidal nuevo hay que dejar un huevo. Cuando te aletié la vejez aprenderás a vivir, sabrás que los hijos se te van, que no te agradecen nada; que se comen hasta tu recuerdo” (Paso del Norte).

8) “Hacía tantos años que no alzaba la cara, que me olvidé del cielo” (Pedro Páramo).

9) El tiempo es más pesado que la más pesada carga que puede soportar el hombre (La herencia de Matilde Arcángel).

10) “Los vivos son los que son una vergüenza. ¿No lo crees tú así? Los muertos no le dan guerra a nadie; pero lo que es lo vivos, no encuentran cómo mortificarle la vida a los demás. Si hasta se medio matan por acabar con el corazón del prójimo. Con eso te digo todo. En cambio, a los muertos no hay que aborrecerlos. Son la gran cosa. Son buenos. Los seres más buenos de la tierra” (Un pedazo de noche).

OC