Pancho Graue

El 2022 será el año de las definiciones de lo que desde hace un tiempo llamamos la “nueva realidad”. No se ve fácil. Nuestra capacidad de adaptación sufrirá uno de los retos más importantes de las últimas décadas.

Las cifras oficiales de la OMS de las personas con esquema completo de Covid -dos dosis- son: Estados Unidos, 57.9%; México, 50.8%; Rusia, 38.4%; África, 10%; Unión Europea, 70%, e India, 31.8%. El promedio mundial de habitantes vacunados está en menos de 40%.

Con este rezago mundial en la vacunación, ¿podemos esperar el final de la pandemia en el corto plazo? Si no aumenta drásticamente el número de personas vacunadas en el mundo, no conseguiremos minimizar -y eliminar- la capacidad de mutación del virus y su letalidad.

La salud mental y emocional de muchísimas personas está en riesgo, la ansiedad y el miedo dominan nuestras emociones y conversaciones. Esta es la pandemia que será más difícil de vencer, el reto es: ¿Cómo recuperar la confianza y el optimismo?

La economía internacional está despertando de la ilusión de la globalización. La ruptura de las cadenas productivas en los diferentes bloques económicos nos obligará a replantearnos si el modelo económico vigente es sostenible. La escasez, tanto de bienes industriales como de productos finales al consumidor, están provocando graves daños en industrias globales como: automotriz, telecomunicaciones, construcción, salud, entre muchas otras.

El empleo -a nivel global- sigue inestable, pero el fenómeno que más debe preocuparnos es la inflación, que es el impuesto más lacerante para la población de clase media y las personas en condición de pobreza. En México al cierre de noviembre se estima una inflación de 6.24%, casi igual que en Estados Unidos.

AMLO afirma que el crecimiento anual del PIB será de 6.00%, pero fuera del discurso oficial, el Inegi -bastante más confiable- reportó un decrecimiento del PIB (-0.2%) el tercer trimestre de este año. Si se combinan la inflación y la recesión, se puede enfrentar un proceso muy complicado llamado estanflación.

Es urgente que los agentes económicos y el Gobierno se pongan de acuerdo. Pretender imponer la política económica por decreto o por omisión de propuestas es igualmente peligroso e irresponsable. El silencio de los liderazgos de la iniciativa privada es incomprensible. Temerario.

Que la oposición pretenda presentar una controversia constitucional al decreto presidencial, es justificable y necesario, pero acaso ¿tienen PAN/PRI/MC un plan alternativo que presentar al Gobierno y a nosotros los ciudadanos?, ¿Recordarán que 47% de los mexicanos votó por ellos y que están obligados a presentarnos alternativas? ¿O el único argumento que tienen es la crítica al Gobierno de AMLO?

Urgen propuestas de nuestras universidades públicas y privadas, que sean una alternativa innovadora ante el autoritarismo de unos y la parálisis de otros. Hay constancia de talento y trabajo, es hora de que se echen al país a la espalda y nos sorprendan. Es la hora en que los investigadores, académicos y estudiantes despierten y nos ayuden a dar el golpe de timón que el país necesita.

Tenemos intelectuales de talla internacional con capacidad asombrosa de propuestas de todo tipo y también tenemos medios de comunicación de primera línea, que pueden convocar a foros de discusión para definir en qué sí coincidimos los mexicanos. Allí es en donde los queremos ver.

Sr. Presidente, no se trata de si gana el Gobierno de la 4T, Morena, la IP, o la oposición. Se trata de que no pierda nadie. Que gane México. Por favor.

@Pancho_Graue

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