AMLO reclamó a EU que aprobará apoyos para la guerra en Ucrania pero no para atender la migración de Centroamérica.
Foto: Cuartoscuro Ayer salió de Chiapas un nuevo contingente, de aproximadamente 2 mil migrantes, para demandar los documentos necesarios para transitar por territorio mexicano sin complicaciones.  

Ayer salió de Tapachula, Chiapas, una nueva caravana migrante rumbo al centro del país, con el objetivo de solicitar documentos para transitar por territorio mexicano; mientras que integrantes del primer contingente dijeron desconfiar de las tarjetas de visitante que da el Gobierno federal.

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En menos de un mes, un segundo grupo se aventuró al interior de México, integrado por aproximadamente dos mil personas originarias de Centroamérica, Haití y Venezuela.

El activista Luis García Villagrán, uno de los organizadores de esta nueva caravana, indicó que sólo se detendrán si les garantizan tarjetas “para transitar por todo el territorio”.

Varios de los miembros de la primera caravana -que salió de Tapachula el 23 de octubre y ahora está integrada por unas 800 personas- han aceptado documentos que les permiten una residencia temporal en México.

En tanto, otros planean seguir hacia Estados Unidos, pues afirman que las tarjetas que da el Gobierno de México son una mentira.

“¡Mentiras, nos van a deportar!”, gritan enfurecidos hombres y mujeres de la primera caravana que ahora se encuentra en Veracruz. Algunos aseguran que compañeros que aceptaron esa opción terminaron detenidos en estaciones migratorias.

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Elena Raudales, hondureña, mostró a la agencia AFP la “tarjeta de visitante por razones humanitarias” con su nombre y fotografía.

“Vence en abril del próximo año y aún así me detuvieron hace dos meses y me regresaron pa’bajo (más cerca de la frontera con Guatemala). No les vamos a creer nada nunca más”, sostuvo.

La oferta es tentadora para la guatemalteca Vilma Escobar, de 26 años, quien se alista para otra jornada en la que tendrá que empujar la carriola de su hijo de dos años por una vía ondulada y bajo altas temperaturas.

A “veces yo sí quisiera esa tarjeta, pero es arriesgarnos de si nos mandan para adelante (más cerca de Estados Unidos) o nos mandan para atrás”, comenta la mujer, que salió de su país hace cuatro meses.

El flujo de indocumentados se multiplicó en coincidencia con la llegada de Biden a la Casa Blanca con la promesa de darles un trato más humano.

La semana pasada, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó que mil 479 personas abandonaron la primera caravana migrante y se les otorgó una tarjeta de visitante por razones humanitarias.

 

LEG