Lobo Raptor
Foto: Cortesía Ford y Juan García Hubo tierra, lodo, agua, pendientes, rocas... todo lo que un vehículo regular no desearía encontrar, ahí estaba intencionalmente para la diversión la Lobo Raptor  

Un lanzamiento que despertó muchas emociones fue Lobo Raptor. Luego de lanzar la versión híbrida del vehículo más vendido en Estados Unidos, Ford va con su versión todoterreno, lo que deriva en una nueva familia dentro de la marca estadounidense que busca competir con los mejores exponentes del todoterreno.

Fuera de la Ciudad de México, en el descampado y en un escenario con todo listo para desafiar las capacidades de Lobo Raptor, acudimos para maltratarla y comprobar qué tan cierto es lo que promete.

Hubo tierra, lodo, agua, pendientes, rocas… todo lo que un vehículo regular no desearía encontrar, ahí estaba intencionalmente para la diversión. Pero la primera prueba fue a bordo de Ranger, la pick up mediana que hace unos meses inició la nueva era.

Un recorrido previo para reconocer el trazado y ver la manera de cómo un experto lo cruza fue el primer paso para saborear lo que estaba por iniciar.

Arrancó. La primera prueba fue la más complicada: agua y lodo profundo seguido de rocas. Ranger atraviesa el reto con éxito. Sigue una pendiente, tierra suelta, más de 45° seguro. Pero tampoco es impedimento.

Continúa el circuito con curvas, pendientes y tierra suelta. Vamos. En algunos sectores se puede ir un poco más rápido, aunque las maniobras requieren mucha pericia y obligan a bajar las revoluciones. Lo libramos con éxito.

Ahora sí, Lobo está lista. Nos seduce con su silueta. Particularmente y como amante de las pick up full size, es una invitación irresistible para darse vuelo.

Aceleración más potente, es obvio gracias a su bloque de 3.5L Ecoboost. 450 caballos de fuerza y 510 lb-pie de torque. Se sienten de inmediato. Los sectores del trazado donde probamos su dirección que sufren mayor irregularidad son atravesados con éxito.

Comparando con Ranger, se percibe menos impacto.

La suspensión de cinco brazos trabaja excelente. Es inevitable que haya impactos de cierta brusquedad ante la emoción de pisar el acelerador y medir la frenada para cruzar las olas de tierra. No se percibe incomodidad, ni siquiera para los pasajeros que van en la segunda fila, donde también estuvimos.

La dirección maneja un radio de giro más corto que da comodidad y buena respuesta, y obviamente algo que maravilla, es la cámara frontal, la cual elimina el evidente punto ciego que se presenta a la hora de subir pendientes. 10 velocidades y siete modos de manejo: mucha versatilidad.

El lodo, rocas y agua son superadas con mayor facilidad que con Ranger, evidente por el tamaño de Lobo, pero sorprendente por lo fácil que es maniobrar un camión ligero. Tal como en los elementos mencionados, la pendiente que asemeja una montaña no es rival. Apenas un ligero toque al acelerador para seguir con el camino.

Pero la mayor sorpresa es la prueba al estilo rally. Rubén Pardo, piloto de Nascar, se encarga de ir al límite. Saltos y derrapes que no parece estamos en un vehículo tan grande. El modo Baja es el indicado y la diversión se potencia. Descubrimos cómo la suspensión trabaja excelente. Los amortiguadores Fox la ponen a un nivel más arriba y lo que más gusta es que, contrario a Ranger, que carece de lujo, con Lobo el ambiente glamuroso está en todo momento. Es decir, sí se puede hacer todoterreno en una pick up con el mayor lujo.

LA CEREZA DEL PASTEL

Elizabeth López Camacho, gerente de Marketing y Comunicación de Ford México, concedió a 24 HORAS algunas impresiones de lo que representa Lobo Raptor y su llegada al país.

“Cerramos con broche de oro. Este año ha sido muy emocionante para nosotros como Ford.

Hemos tenido varios lanzamientos. Nos pone muy contentos que ahora sea una familia. Ya conocíamos a Lobo Raptor desde 2009, pero empezar a recibir más vehículos bajo el ADN Raptor aumenta la diversión”, dijo.

Igualmente enumeró las cualidades por las que se le denomina como una bestia, pues indica con visible confianza la singularidad de su último miembro de la familia.

“Lobo Raptor está pensada para el off road, para meterla en situaciones extremas. El tagline es ‘las bestias existen’, porque de verdad es una bestia. Es capaz de hacer cosas extraordinarias que ningún otro vehículo puede. Tiene todas las capacidades todoterreno: la suspensión performance, amortiguadores Fox, el motor con 510 lb-pie de torque, la cámara 360, que es una de mis cosas favoritas, porque te da la opción de tener la cámara frontal abierta todo el tiempo, de tal manera que estás viendo lo que sigue en tu recorrido”, agregó.

Acerca de qué es lo que más destacaría respecto a los competidores, Elizabeth se enfocó en un par de aspectos fundamentales.

“La suspensión de cinco brazos es una sorpresa. Algo muy bueno en Lobo Raptor es que no tienes que sacrificar la tecnología y el confort. Es un vehículo destinado para off road, pero si estás en la ciudad, vas a estar muy cómodo, actualizaciones automáticas inalámbricas, que eso me parece una maravilla, ya que al final siempre vas a disfrutar de la mejor versión de la Lobo”, puntualizó.

Es consciente de que entran a un segmento cada vez más peleado, pero indica que conocen la fórmula para que sea un vehículo que cumpla las mayores expectativas.

“Siempre tratamos de ser relevantes dentro del segmento en el que estemos, y definitivamente este es un vehículo de nicho. Hay que ver la forma de mantener contento al cliente de este tipo de vehículos que es aventurero y sin temor a llevar su vehículo a las situaciones extremas”, garantizó.

LEG