El Barcelona se presentó en Kiev en la Champions con una pesada loza de resultados nada buenos y la obligación de ganar para mantener la oportunidad de calificar a la siguiente ronda y mantener vivas las esperanzas de una renovación positiva luego de la salida de Koeman de la dirección técnica.

Los jugadores hicieron justo lo necesario para lograr el triunfo y no depender de nadie en el mejor torneo a nivel de clubes del mundo, mientras que la directiva busca dar otro paso importante en Qatar y lograr la firma de Xavi Hernández, que no está resultando tan fácil.

Sin embargo, una cosa esta clara en este Barça, la intención primaria es volver a los orígenes, es decir, buscar la forma de jugar que con una generación maravillosa los colocó como los mejores.

Ese futbol que con escuela holandesa sembró Johan Cruyff, donde el respeto por el balón y jugarlo con posesiones largas y recuperación inmediata en campo contrario es básico.

Desde Qatar en una entrevista, Xavi lo menciono: “el estilo y las formas no se negocia”. Es decir, para quien será estratega en poco o mucho tiempo de los azulgranas está claro que deben de respetar lo que tanto éxito les dio y que esta perfectamente fincado en sus fuerzas básicas.

Dentro de todo esto el presidente Laporta coloca como interino a quien trabaja ahí como lo es Sergi Barjuan, quien como técnico no ha tenido grandes resultados, pero conoce las bases de lo que se quiere y como aplicarlas.

Sergi fue debutado en el Barça por Cruyff, fue un lateral importante y doble mundialista para España, producto de las básicas blaugranas y lo primero que hace es tratar de recuperar las formas, por eso el achique en medio campo y el intento de recuperación en campo contrario, lo que muchos llaman presión alta o presión de salida, la verdad el nombre es lo de menos, lo importante es la ejecución.

Esto en los tiempos de Guardiola fue lo que hizo que el Barcelona jugando en un bloque tuviera tantos éxitos, eso sí, con un plantel privilegiado con cracks en todas las posiciones, lo que hoy no es tan sencillo.

No será sencillo que con Mingueza, Dest, Garcia, Piqué, Lenglet, Araujo, Sergi Roberto y Jordi Alba logre el trabajo defensivo que era tan importante antes. Donde Piqué y Busquets lo conocen de maravilla, pero ellos ya no tienen las piernas de antes, pero lo podrán liderar.

Ante el Kiev tuvieron el recurso del contra ataque de Dembéle, que si no se lesiona puede ser otra arma importante y una válvula de salida, pero la renovación del Barça está en Ansu Fati, Pedri, Gavi, Riqui Puig, Nico y compañía, es decir, sus jóvenes, la base de su historia reciente que son sus fuerzas básicas, cuanto tardarán en ser una gran realidad, solo el tiempo lo dirá.

 

@raulsarmiento