Conoce el viaje a Mictlán, el “lugar de los muertos” a dónde van las almas
Foto: Cuartoscuro En este sitio los muertos se encuentran en descanso eterno.  

Este 2 de noviembre se celebra en México el “Día de muertos”, este festejo  tiene su origen en una mezcla de tradiciones españolas e indígenas y perteneciendo a estos últimos, hoy te contaremos a donde van los muertos según los mexicas.

Apegándose al Gran Diccionario Náhuatl, “Mictlán” es el “infierno” o el “lugar de los muertos”. Los mexicas pensaban que todos los difuntos por muerte natural debían realizar una travesía hasta ahí para encarar a Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, el Señor y la  Señora de la Muerte, quienes gobernaban el lugar.

Lo que pasó ayer: ¿Por qué se festeja hoy el Día de muertos?

En este sitio los muertos se encuentran en descanso eterno pero antes de eso deben atravesar 9 dimensiones, las cuales tendrían que ser transitadas durante 4 años, el mismo tiempo que tarda un cadáver humano en desintegrarse y convertirse en un esqueleto.

Según el libro “La muerte entre los mexicas”, 80 días después de morir, los difuntos debían ser cremados junto a su perro. Las cenizas yacian el jarros y ollas y junto a una piedra verde eran enterrados en las casas de los difuntos.

Los nueve niveles a pasar eran:

1.- El río Chiconahuapan. Este solo se puede cruzar con ayuda de un perro, por este motivo las mascotas de los difuntos eran cremadas junto a ellos. La leyenda dice que si en vida la persona trato mal a estos animales nadie lo ayudaría y  quedaban en esta dimensión por la eternidad.

2.- El donde los cerros chocan entre sí.

3.- Un lugar repleto  de pedernales.

4.- Una sierra de ocho colinas nevadas.

5.- Una zona desértica muy fría compuesta de ocho páramos.

6.- Manos invisibles que acribillaban a los viajeros.

7.- La persona debía escapar de un caimán.

8.- Cerca del final el viajero debía cruzar nueve ríos antes de su descanso.

9.- La meta, el descanso eterno.

 

Además de reposar en este sitio, también existían: 

Chichihualcuahco: aquí iban los nonatos, ahí eran alimentados por un árbol-nodriza hasta poder volver a la vida.

Tlalocan: a cargo de Tlaloc aquí iban todos los fallecidos en sitios o situaciones relacionadas al agua.

Tonatiuhichan: aquí solo podían entrar los guerreros muertos en batalla, los comerciantes que morían en expediciones, las mujeres que fallecían al dar a luz y las personas sacrificadas al dios del Sol.

Para los mexicas la muerte solo era el inicio de otro ciclo pero antes del nuevo comienzo debía existir  una travesía donde se conociera la putrefacción, lo fétido, lo frío, lo húmedo, lo acuoso, la oscuridad y la noche, para finalmente  poder avanzar. 

GR