Los primeros hallazgos de la expedición que Oceana realizó en los arrecifes de Bajos del Norte, ubicado a 250 kilómetros de la costa de Yucatán, arrojan que aun cuando hay un ecosistema saludable, existe evidencia de graves amenazas como la presencia del pez león y un alto índice de enfermedad y mortalidad en corales.

“Encontramos paisajes marinos extraordinarios, llenos de vida, confirmando el gran valor que tiene esta zona. La presencia de peces juveniles indica que este arrecife es un lugar vital para el desarrollo de las especies”, señaló Mariana Reyna, líder de la expedición.

De acuerdo con los resultados de esta primera etapa de la expedición Proyecto Alacranes, muchos de los corales de tipo cerebro y los de tipo flor de todos los sitios de muestreo se encontraron muertos o con lesiones muy avanzadas, al igual que los de la especie Montastrea cavernosa. Además, algunas colonias de coral presentan enfermedades como banda amarilla, manchas negras y distintos niveles de blanqueamiento, las cuales no se habían observado en una visita previa en 2019 en Bajos del Norte. Para los científicos es alarmante que en dos años se hayan deteriorado de esta forma.

Otro hallazgo relevante es la presencia del pez león, considerada una especie invasora que se alimenta de especies pequeñas y no tiene un depredador, lo que resulta alarmante debido al impacto nocivo que tiene en el equilibrio de los ecosistemas y a que pone en riesgo a poblaciones enteras.

Sin embargo, los científicos señalaron que sigue siendo un área vulnerable, porque al escasear la pesca en las zonas ya explotadas, los pescadores se ven obligados a ir más lejos y aquí hay poca vigilancia para estas actividades.

LEG