Foto: AFP ¿Y quién puede verse beneficiado?, los emiratos Rusia y China, esta última potencia ejecuta un ambicioso plan de infraestructura para conectarse comercialmente con Europa, Oceanía y África  

Por: Luis Fernando Reyes y Jimena Sierra

Con el inminente regreso del grupo islamista talibán al Gobierno de Afganistán, Estados Unidos se lleva el golpe más fuerte en su imagen como potencia militar y pierde control en la región, además que la sociedad afgana sufrirá un retroceso tras experimentar 20 años de libertades políticas y en materia de Derechos Humanos.

¿Y quién puede verse beneficiado?, los emiratos (que proveen recursos a los talibanes), Rusia y China, esta última potencia ejecuta un ambicioso plan de infraestructura para conectarse comercialmente con Europa, Oceanía y África (la nueva Ruta de la Seda).

Al cierre de esta edición, el grupo islamista radical había instaurado un Estado renovado en el país de 38 millones de habitantes, aunque aún debe organizar la transición con el todavía presidente, Ashraf Ghani, a pesar de que el político abandonara el país, según especialistas.

“La retirada estadounidense es el reflejo del fracaso de una intervención y de una ocupación militar fallida de los últimos 20 años. No se consolidaron instituciones sólidas con enfoque democrático, el índice de desempleo juvenil ronda el 40%, el desempleo de las mujeres -con todo y que mucho se habló de que habían ganado derechos desde una perspectiva liberal-, ronda una tasa de 60%; el Ejército afgano que tuteló Estados Unidos desde 2002 no pudo mantenerlo sólido”, argumentó el académico internacionalista Moisés Garduño García.

Y es que el Gobierno estadounidense sabía que era solo cuestión de tiempo en que los talibanes retomarían el control, aunque esto sucedió antes de lo previsto; ayer el mismo mandatario de EU, Joe Biden, recordó que el plan original era retirar a todas las tropas en septiembre próximo (el día 11 se cumplen 20 años del mayor ataque terrorista a Occidente, cuando Al Qaeda estrelló aviones en el WTC y Pentágono de EU), luego lo adelantó al 31 de agosto, y hoy se realiza a marchas forzadas.

EU firmó un acuerdo con ellos en 2020, se les condicionó la retirada de las tropas a cambio de no permitir la operación de grupos extremistas.

“Ahora, con este nuevo escenario, gana la fuerza talibán, se refuerza la presencia de China y de Moscú (por el paso comercial), ganan terreno Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, quienes proveen de recursos a la fuerza talibán”, señaló el especialista Ignacio Martínez Cortés, internacionalista especializado en Asia.

Infografía: Xavier Rodríguez

Una guerra de 20 años… pero un rápido fracaso

El Ejército americano dejará Afganistán como lo encontró: con los talibanes en el poder y la democracia destruida. Esta es la guerra más longeva de la historia de Estados Unidos, y aún así los libros de historia la calificarán como un fracaso.

Los talibanes tomaron el control efectivo del país, pues controlan la mayoría de las regiones y la capital Kabul, además que el Presidente huyó del país.

El mandatario estadounidense Joe Biden declaró que continuará con la retirada de sus tropas, sin importar la situación interna de la nación.

Con los talibanes en el poder la situación se está revirtiendo al mismo estatus de hace 20 años, cuando comenzó la invasión de EU y otros países de la OTAN. Incluso agentes de Inteligencia americanos han declarado que Afganistán podría reconvertirse en un caldo de cultivo de grupos extremistas. Aunque es cierto que no era un objetivo primordial de la misión americana formar un Estado, sí era necesario enfrentar a los extremistas para desintegrar a los terroristas de Al-Qaeda.

Hoy en día, la reinstauración de un Gobierno Talibán probablemente destruirá todo el progreso que se hizo en materia de democratización y protección de los derechos humanos de la población, especialmente de las mujeres.
LEG