La crisis generada por la pandemia y los escasos recursos para producir una película no son los obstáculos más grandes que limitan a jóvenes cineastas en México, sino el miedo al rechazo y a pedir apoyos a las empresas, así lo consideró Jorge Porras, director y productor del documental El Gran Salto.

Como mensaje dirigido a los jóvenes cineastas, Porras les recomendó atreverse a realizar sus producciones a pesar de cortos presupuestos, buscar apoyos de la iniciativa privada y hacer cine desde un celular y en cualquier parte de la República mexicana, aunque no se viva en las grandes ciudades como Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México.

La ópera prima de Porras se estrenará el 12 de agosto en las salas de Cinépolis, y cuenta la historia de los hermanos Rivera, atletas olímpicos de Salto, y los detalles de la clasificación de Luis Rivera para los Juegos Olímpicos de 2016.

A sus casi 35 años, Jorge, un licenciado en Ciencias de la Comunicación, egresado del Tecnológico de Monterrey y dueño de una agencia productora logró hacer su primer largometraje, que le representó una inversión de cuatro millones de pesos, presupuesto al que consideró como bajo, pero con el que pudo dar “su gran salto” a la pantalla grande.

“La verdad es que el presupuesto fue bajísimo, pero logramos ir a cinco países, nos llevamos cinco años de rodaje y tuvimos que hacer malabares para hacerlo realidad. En muchas locaciones iba yo solo o con un compañero de fotografía, pero fue gracias a la iniciativa privada que nos empezó a financiar los viajes, y sueldos del personal”, afirmó en entrevista con 24 HORAS.

El realizador contó que conseguir el patrocinio no fue fácil, ya que se tuvo que acercar al Tecnológico de Monterrey y Cementos Fortaleza, empresas que apoyaban la carrera de Luis Rivera desde el inicio para poder solicitar un presupuesto que ayudara a la realización del documental.

El camino del rodaje también le representó grabar en locaciones a escondidas y sin permisos. “Hubo algunas escenas en los Juegos Panamericanos y Olímpicos que hicimos sin pedir permisos, nos metimos como turistas con dos cámaras, un micrófono y así grabamos. Cuando acabamos el documental nos acercamos al Comité Olímpico y le explicamos que habíamos grabado y pagamos los derechos”, explicó.

Agregó que el espíritu aventurero es lo que lo llevó a grabar sin presupuesto fijo, aunque en la última parte de la realización de la película, ya se pudo contar con apoyos del Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción y Distribución Cinematográfica Nacional (Eficine).

“Esta película hizo la transición de ser una película independiente de bajo presupuesto a una ya en su segunda parte de producción muy completa con un equipo profesional de audio con producción que contratamos en Brasil, imágenes de archivo que pagamos. En los casi 6 años de rodaje ya fue subiendo de nivel”, finalizó.

LO QUE DEBES SABER

* Es la historia de Luis Rivera, el mejor saltador en la historia de nuestro país, en su búsqueda por el pase a sus segundos Juegos Olímpicos durante el año 2016.

* Comparte detalles de la preparación de su hermano Edgar Rivera, quien representó a México en los Juegos Olímpicos en Tokio.

LEG