Nicaragua

De nueva cuenta la Casa Blanca tienen puesta su mira en Nicaragua. Recordemos que el espacio estratégico de ese país centroamericano -por ser una vía natural para la construcción de un canal interoceánico-, lo han apetecido a lo largo de su historia diversas y grandes potencias. Hoy, en medio de la pandemia del coronavirus, Nicaragua conserva un reducido número de infectados, alrededor de 8 mil, y 194 fallecidos, según la OMS. Sin embargo, políticamente Nicaragua es noticia particularmente tras la detención de precandidatos de la oposición a la presidencia.

Recordemos que, por su acumulación de fuerzas, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) llegó al poder con el triunfo de la candidatura del comandante Daniel Ortega Saavedra el 10 de enero de 2007. Hasta nuestros días, Ortega ha continuado en el poder en sucesivas victorias electorales y ha sido criticado por ello; con el arribo a la Casa Blanca de Donald Trump (2016-2020), el enfrentamiento con Nicaragua tomó nuevos bríos, y es una política que hasta nuestros días no la ha modificado la administración de Joe Biden. Por el contrario, la compaña antisandinista se acrecentó.

La subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de EU, Victoria Nuland, afirmó en gira por Panamá (29/junio/2021): “Cuando los países se salen del camino democrático, como ha sido el caso de Venezuela y Nicaragua, las personas sufren y la región se desestabiliza. Hay muchas razones por las cuales debemos proteger y avanzar nuestras democracias”.

La política estadounidense apoya financieramente, por medio de la USAID y la NED a la oposición antisandinista.

Sin duda, las condenas contra el presidente Ortega tratan de minar la acumulación de fuerzas logradas por el sandinismo. Esto se medirá el próximo 7 de noviembre, cuando se realicen las nuevas elecciones generales, incluyendo las presidenciales. Hasta hoy, la oposición nicaragüense se encuentra dividida.

El sandinismo pretende refrendar un nuevo triunfo. Carlos Fonseca Terán, uno de sus pincipales dirigentes, ha señalado que Nicaragua no es noticia por ser uno de los países “más seguros de América Latina (con un índice de 3.5 homicidios al año por cada 100 mil habitantes, siendo Costa Rica el más cercano, con 11.2); y tampoco por tener uno de los gobiernos del mundo con el mayor apoyo popular sostenido durante una mayor cantidad de tiempo (con índices de alrededor del 60% en los últimos once años, de manera casi ininterrumpida)”. La disputa por Nicaragua seguirá presente y estará de aquí a noviembre en el ojo del huracán.

LEG