Macron
Foto: AFP La República en Marcha, partido de Macron, no pudo obtener ni 10% de los votos necesarios para pasar a la segunda ronda, dando por triunfadora a la derecha  

El actual presidente francés, Emmanuel Macron, se encuentra próximo a terminar su mandato, que inició en 2017.

En su año de cierre, el panorama está repleto de críticas. Francia ha presentado una nueva crisis debido a la pandemia por el Covid-19, lo que orilló al Presidente a tomar medidas para frenar el índice de contagios sin tener que cerrar la economía por completo. Dichas medidas implican que todos los trabajadores de la salud deberán estar completamente vacunados para el 15 de septiembre.

Además, se requerirán pases especiales para poder ingresar a restaurantes, hoteles, bares y aeropuertos; mismos que entraron en vigor este miércoles y que solo los tendrán las personas que estén vacunadas, recién recuperadas del virus o que recientemente hayan presentado una prueba negativa al mal.

Al igual que los franceses, los turistas también deberán presentar un pase especial, el cual será pedido en la entrada de cada destino turístico, como la Torre Eiffel o el Museo de Louvre. Los extranjeros lo pueden tramitar presentando un documento que demuestre que salieron negativos a una prueba reciente de Covid, que se han recuperado o bien que ya fueron inoculados.

Sin embargo, no todas las vacunas son de fiar, según la Unión Europea, pues solo aceptan las de AstraZeneca, producidas en el Viejo Continente y en el caso de Francia la producida en la India, pero si llegan personas que hayan recibido otra vacuna, tendrán que realizarse una prueba PCR que demuestre que no son portadores.

Lo anterior llevó a cerca de 4.3 millones de franceses a registrarse para la vacuna, sin embargo, la población francesa asciende a 67.5 millones. Gran parte de los no registrados se manifestaron el pasado sábado en toda Francia, mostrando su inconformidad con las medidas de Macron, a quien tildaron de “dictador sanitario”.

Por otro lado, la situación en torno a la percepción política en la población francesa es preocupante para el Ejecutivo, pues las elecciones regionales celebradas en junio, tuvieron un altísimo índice de abstención, situado entre 64%; y 66.7% en las dos vueltas en que se realizan las votaciones en el país.

En particular La República en Marcha, partido de Macron, no pudo obtener ni 10% de los votos necesarios para pasar a la segunda ronda, dando por triunfadora a la derecha.

Si bien dichos resultados demostraron la reprobación hacia el actual Presidente a nivel regional, evidenciaron el rechazo popular a la representación política del país europeo.

LEG