CUBA
Foto: AFP La primera canción ha contado con un fuerte impulso desde una de las bases más consolidadas de la oposición al régimen cubano, Florida  

Como en las batallas musicales, el Gobierno cubano y la disidencia se enfrentaron primero con tracks… aunque al final, la pista de baile fueron las calles de la isla, el 11 de julio, donde prevalecieron caos, violencia y represión.

La oposición al régimen de Miguel Díaz-Canel y al castrismo coreaban -por cierto, desde febrero pasado-, la canción Patria y Vida, de los artistas Yotuel Romero, Beatriz Luengo, Randy Malcolm, entre otros autores también parte de la famosa agrupación Gente de Zona. El video en YouTube tiene 7.1 millones de visualizaciones desde su estreno, el 16 de febrero.

Las plataformas inclinadas al oficialismo como Cubadebate, desde la otra esquina, promovieron el tema Patria o Muerte por la Vida, interpretada por voces no tan conocidas (Raúl Torres, Annie Garcés, Dayana Divo, Karla Monier e Yisi Calibre). En la misma plataforma acumula 968 mil vistas desde el 1 de marzo.

La primera canción ha contado con un fuerte impulso desde una de las bases más consolidadas de la oposición al régimen cubano, Florida. “Se ha convertido en el himno de una nueva revolución cubana”, tuiteó la cuenta latina de Billboard, sello estadounidense que promociona las canciones más escuchadas y más vendidas.

En el portal de la revista emblemática de la industria musical se detalla que la pieza recibió 13 mil transmisiones globales bajo demanda por día entre el 30 de junio y el 8 de julio (6 mil en EU), mientras que el día 13 registró 303 mil reproducciones.

Solo una estación de Miami, Ritmo 95.7 FM, reproduce el tema cada hora desde su lanzamiento, y 30 estaciones más la explotan en todo el país.

La batalla incluye un pin-pon de metáforas y adjetivos que no todos los oídos detectan. En Patria y Vida, Yotuel habla de un juego de dominó atascado: “tú, cinco-nueve; yo, doble dos; sesenta años trancado el dominó”, en referencia a la fecha del triunfo de la revolución cubana, en 1959, y a su movimiento de protesta, que ganó fuerza desde el año 2020.

La letra de Patria o Muerte por la Vida, en tanto, habla de los disidentes como “vendepatrias”: “Rentabiliza cantar, que estás contra la pobreza; desde un sofá de satín, te entra dinero y vileza (…) Patria o muerte venceremos”.

Fuera del espacio auditivo, el conflicto se ha vivido los últimos tres días entre la incertidumbre de quienes denuncian desapariciones de personas (Human Rights Watch contabiliza hasta 500), noticias falsas en las redes “no tan sociales”, se mofa Díaz-Canel… y un discurso oficial que insiste en que sí está abierto al diálogo.

Los señalamientos de los opositores desde Miami hacia un régimen que provoca la muerte de los cubanos se cruzan con los adjetivos ofensivos, como “jinetero” (relativo a la prostitución), insinuados desde el oficialismo hacia el cantante Yotuel por estar casado con una española. Así el conflicto.

‘Yo no tengo nada que hablar contigo’

Durante las protestas del 11 de julio se presentó un número indeterminado de arrestos por parte de los elementos de seguridad. Una imagen que destacó fue la detención del estudiante universitario de Física, Leonardo Romero Negrín, de 22 años de edad; quien describió en una entrevista cómo fue preso y golpeado:
“Yo venía desde el barrio de Jesús María, y cuando crucé la calle Monte vi un tumulto de personas corriendo, gente gritando (…) estaba caminando y vi a un alumno mío en medio de la manifestación. Él tenía una cámara y estaba grabando. Lo sostuve por el brazo para evitar que alguien se lo llevara”, narró para el portal La Joven Cuba.

Cerca del hotel Saratoga, dijo, la otra persona fue golpeada por cuatro civiles; al tratar de protegerla lo cogieron varios oficiales, “me hicieron una llave, me dieron de golpes”.

Fue trasladado, afirma, a la estación Dragones: “cuando entramos me tiraron en el piso de un estrallón y entre cuatro personas me cayeron a patadas por todas partes. Me cubrí la cara con los antebrazos y siguieron dándome de patadas”.

Posteriormente fue llevado a un patio y un oficial con una tabla lo volvió a golpear en las piernas.

Cuando fue presentado ante un médico, Romero quiso denunciar ante un mayor. El oficial le respondió: “yo no tengo nada que hablar contigo”.


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