A menos de tres años de haber iniciado su Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador no le atina a la compra de medicamentos, atentando directamente contra la salud y el bienestar de los mexicanos. 

Desde que estaba en campaña el primer mandatario prometió que habría medicinas y tratamientos para todos; sin embargo, han pasado dos años siete meses y el desabasto generalizado, lejos de terminarse, se ha agravado ante los ocurrentes esquemas adoptados y que no han funcionado. 

Sin tener un plan “B” o al menos las suficientes medicinas almacenadas para evitar un desabasto, el Presidente decidió que sería la Secretaría de Hacienda la que hiciera las compras consolidadas, plan que falló. 

Después buscó a las Naciones Unidas para ser intermediario en las compras con empresas extranjeras, pero tampoco han obtenido los resultados deseados, ante ello, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) tuvo que ordenar a todas las instituciones de salud pública que compraran como pudieran, con quien pudieran y prácticamente a cualquier costo. 

Ahora, en la antesala de una marcha convocada por los padres de niños con cáncer -para el próximo 24 de julio- el Presidente lanzará su cuarto plan de abasto de medicamentos, lo que evidencia la ineficiencia de su Gobierno para cumplir su promesa.

Pero el desabasto no es la única crisis de salud que tiene la actual administración federal; la semana pasada al doctor que es más político que científico, Hugo López-Gatell, no le quedó otra más que reconocer -lo que en esta columna ya habíamos advertido- un incremento acelerado de contagios de Covid-19. 

Tan sólo en las últimas dos semanas se han registrado 90 mil nuevos casos y la pandemia activa creció de 40 mil a 75 mil personas; mientras tanto, la vacunación sigue avanzando lentamente y no ha alcanzado los niveles que se tuvieron días previos a la elección del 6 de junio, cuando se llegaron a vacunar a más de un millón de personas al día y ahora la cifra máxima alcanzada es de 600 mil. 

No se sabe el porqué de esta baja vacunación, pero ahora las autoridades no pueden argumentar falta de vacunas toda vez que tienen más de 16 millones de dosis ¡almacenadas! En medio de una creciente ola de Covid-19. 

Queda claro que el tema de salud no es el fuerte del Presidente y que sus ocurrencias lejos de ayudar siguen ocasionando el deterioro, el dolor e incluso la muerte de los pacientes y si no, que le pregunten a los familiares de enfermos terminales que no tienen medicinas para paliar el dolor o a los padres de los menores con cáncer.

 

Y en Pregunta Sin Ofensa:

¡Que corran las apuestas! No ha llegado ni la mitad del sexenio y ya se destaparon los candidatos para suceder a López Obrador, no fue sorpresa conocer las intenciones de Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal; pero mientras los primeros comenzaron a correr, el senador prefiere ser cauto y asegura que con o sin Morena estará en la boleta electoral de 2024. Bien dicen que más vale lento, pero seguro. 

 


@aguilarkarina