Este mes Arturo Herrera dejará la Secretaría de Hacienda, después de asistir a la reunión de ministros de Finanzas del G20 en Italia. El encuentro cobra relevancia porque creen los integrantes de este club de las 20 economías más grandes del mundo que pueden acordar un impuesto mínimo global para las grandes corporaciones. Ya veremos.

Todo lo que tenga que ver con dar la cara por el paquete económico del 2022, que al menos en la parte de los egresos se decide en el escritorio del presidente Andrés Manuel López Obrador, será ya responsabilidad de Rogelio Ramírez de la O, más que anticipado próximo titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Herrera Gutiérrez, mientras tanto, tendrá espacio para unas largas, muy largas, vacaciones. Porque a partir de diciembre deberá estar muy pendiente de los trámites, básicamente serán eso, de su designación en el Senado de la República como integrante de la Junta de Gobierno del Banco de México.

Seguro que al Banxico llegará con mejor cara de la que puso cuando fue designado secretario de Hacienda.

Pero eso sí, a partir del 3 de enero de 2022 (nadie va a trabajar el sábado 1 de enero) cuando ocupe ese hermoso despacho del gobernador del Banco de México, Arturo Herrera deberá implantarse el chip de la autonomía que obligatoriamente debe tener el titular de un banco central autónomo.

Y va a llegar a probar lo hondo del río con los dos pies porque será un momento para el Banxico en que estará luchando para regresar la inflación a la meta del 3% en ese 2022, algo que puede llegar a incomodar al poder Ejecutivo. A López Obrador le gusta la obediencia ciega de todos los que vivan bajo su manto y es capaz de aplastar a quien esté fuera de su control y no piense igual que él.

Esta semana Herrera tuvo un muy buen ensayo de autonomía, aun siendo secretario de Hacienda, con el tema de las vacunas.

Mientras Hugo López-Gatell, el subsecretario designado para llevar el combate a la pandemia, se esmera todos los días en demostrar su escasa calidad como funcionario, como médico y como persona, el secretario Herrera tomó la batuta de la vacunación.

Sabe Arturo Herrera que el avance de la vacunación es condición indispensable para recuperar la economía interna, pero también tiene claro que bajo la conducción de López-Gatell ese proceso está atorado.

Sus palabras fueron claras, hay suficientes vacunas, hay mucha gente para vacunar y lo que falla es la logística y la operación. Y no lo habló con López-Gatell, quizá no le gusta perder su tiempo, lo trató con el director general de epidemiología y después lo hizo público. Seguro Herrera espera que se destrabe el proceso de vacunación que solo funcionó bien la semana previa a las elecciones del 6 de junio.

Esta es una tenue pincelada de Herrera de cómo puede salirse del arenero donde el Presidente permite jugar a los integrantes de su 4T. El zarpazo final de independencia ante ese enorme yugo presidencial tiene que darlo el próximo año desde su futuro despacho como gobernador del Banco de México.

 

@campossuarez