Arantxa Chávez, atleta que es parte del equipo de clavados de la Delegación Mexicana para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, platicó con 24 Horas sobre la revancha deportiva que tendrá en la justa veraniega, y la ausencia de Paola Espinosa.

Mucho entrenamiento, meses complicados y una espera en medio de la incertidumbre terminaron y ahora solo queda ir a competir a Tokio. Arantxa lo sabe y por eso muestra su alegría por acudir a la prueba máxima del deporte.

“Estoy muy feliz y emocionada por estar en estos Juegos Olímpicos, que ha sido complicado por los meses de incertidumbre si se realizaban o no, finalmente se llevarán a cabo y creo que va a ser una gran experiencia”, dijo la soldado auxiliar en Educación Física y Deportes.

Respecto al año extra para los Juegos, Arantxa tomó ese aplazamiento con buena cara y lo considera positivo para su actual rendimiento.

“A mí me ayudó, porque venía recuperándome de una lesión, me había desgarrado la pantorrilla. Empecé entrenando en mi casa y posteriormente me incorporé a los entrenamientos cuando ya hubo permiso del uso de las instalaciones”, agregó.

Para constituir al equipo de clavados, se tuvo que llegar a un selectivo después de muchas pruebas nacionales e internacionales que pasaron los atletas mexicanos

“En un inicio no sabíamos si iba a haber selectivo, cómo iba a ser nuestro proceso. Yo no dejé de entrenar y en la oportunidad que nos den para clasificar, aprovecharla”, aclaró la competidora en Londres 2012.

Respecto al término de ese selectivo y la confirmación del equipo en el que no está Paola Espinosa, quien hace unos días reclamó un lugar que le habían asegurado, Arantxa es clara.

“Todos pasamos por el control técnico para dar el resultado, esa fue lo que se requirió para conformar la selección. Desgraciadamente no estuvo dentro de lo que se pidió. Es una gran figura en los clavados, tiene una gran carrera. Se siente extraño (que no esté en el equipo), pero los criterios de clasificación fueron los mismos para todos”, comentó Arantxa.

Por primera vez en la historia, la Delegación Mexicana obtuvo 12 plazas para los Juegos Olímpicos. Es una generación histórica y Arantxa ve aún equipo sólido y con opciones para pelear.

“Es algo que no se había dado. Vamos en todas las pruebas. Somos una combinación de muchas generaciones. Está Rommel Pacheco que ya es muy experimentado, yo y otros compañeros que serán sus primeros Juegos. Va un equipo muy preparado”.

Sobre cómo se vislumbra en tierras japonesas, la clavadista de 30 años apunta a los más alto, aunque sabe que hay que superar etapas previas.

“Mi objetivo es estar en una final, pero tengo que ir paso a paso. Tengo que pasar la ronda preliminar, semifinal después y la final, ya ahí cualquier cosa puede pasar. Tengo que enfocarme en cada etapa”.

Arantxa sabe qué debe hacer en la fosa de clavados de Tokio, a pesar de que haya rivales fuertes, ella se concentra en lo que le corresponde.

“Va a ser un desempeño enfocado en lo mío. Quiero sacarme la espina de Londres, hacer una mejor competencia. Quiero salir contenta y satisfecha de la alberca dejando todo ahí”, apuntó con seguridad.

Si hay un momento que detonó el deseo de emprender el camino olímpico, Arantxa lo recuerda bien, y destaca una gran influencia actualmente.

“Fue Fernando Platas en Sydney 2000. Ahí nació mi sueño e ilusión de ir a unos Juegos Olímpicos y ahora tengo en privilegio de estar con Laura Sánchez, quién es hasta ahora la única mujer medallista en trampolín de tres metros. Ella me cuenta sus experiencias, cómo vivió la final en Londres. Yo quiero vivir esa experiencia”, compartió la guanajuatense.

FRASE
“Entreno con niños y me gusta ayudarlos en algún clavado. A veces les da miedo y no se quieren tirar, entonces los apoyo, porque yo pasé por lo mismo”: Arantxa Chávez, clavadista mexicana

LEG