Como cuando se planteó la separación de Cataluña de España, hace cuatro años, unos se mostraron a favor, otros en contra, pero polémico, al fin, el tema ha dominado la palestra política desde entonces.

Cuatro años después del desafío separatista, los sentimientos también eran variados ayer a pie de calle, sobre todo después de anunciarse los indultos a los líderes independentistas.

Infografía: Xavier Rodríguez

“Me gustaría que esto se normalizara de una vez, porque en el medio estamos nosotros”, narró José Luis Moray, de 52 años y que trabaja vendiendo diarios en La Rambla de Barcelona.

A pocos metros de allí, en el teatro del Liceo, fue donde el presidente español Pedro Sánchez anunció la víspera una de las medidas más difíciles de su mandato: el indulto de su gobierno a los nueve líderes separatistas condenados a penas de entre 9 y 13 años de prisión, por el intento de secesión de 2017.

Una tentativa unilateral y fallida que puso “patas arriba” la política española y sigue condicionándola, fuente de crispación habitual entre el gobierno de izquierdas de Sánchez y la oposición.

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