Los Diablos Rojos del México regresaron a la actividad en un duelo de pretemporada para afinar todo rumbo a la campaña 2021, y la mejor noticia de todo, fue que el partido contra Pericos de Puebla se llevó a cabo en el Estadio Alfredo Harp Helú, con público en las gradas.

Cubrebocas de forma obligatoria, solamente el 25% de la capacidad total de 20 mil aficionados, y siempre con la sana distancia, así fue como regresaron los aficionados a disfrutar del rey de los deportes en la capital mexicana.

A pesar de que la pandemia sigue, y los casos han ido a la baja por varias semanas consecutivas, los seguidores de los Diablos Rojos del México guardaron los protocolos sanitarios para ser testigos del último juego de pretemporada contra los Pericos de Puebla.

Entre los pasillos, butacas y negocios de comida y mercancía de Diablos, caminan, se detienen a ver cada rincón, cada detalle y olvidarse del mundo en el oasis beisbolero.

Uno de esos casos es la familia Álvarez, cuatro integrantes, tres mujeres, que acudieron para ver a su equipo, Diablos. Confesaron que sin asiduos al inmueble y que la ausencia “fue pesada, sin ambiente beisbolero algo faltaba”.

La mamá confiesa su afición de toda la vida que recuerda los tiempos en los que iba al Parque del Seguro Social.
Omar es otro fan de la Padilla Escarlata que desde niño acude lo más posible a ver los juegos. Para él “los domingos eran muy aburridos sin beisbol”.

De a poco y mientras los aficionados expresan su beneplácito por volver a disfrutar la experiencia, las gradas comienzan a tomar vida.

Hay algo en el ambiente indescriptible para quienes están leyendo, pero a la vez impresionante por esa causa que transmitirla es igualmente fascinante.

Como es habitual, personas de todas las edades. A no ser por el cubrebocas, el ambiente se podría describir como normal, como esa normalidad que se fue y que ahora la mascarilla marca otra realidad a la que ya la mayoría se habituó.

Instrucciones precisas: uso del cubrebocas en todo momento. Se puede comer, beber, todo con debida distancia y de inmediato, el cubrebocas nuevamente en su lugar.

NÚMERO
611 días pasaron para que los Diablos Rojos del México volvieran a disputar un partido en el Estadio Alfredo Harp Helú

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