Mario Antonio Ramírez Barajas

«Soy jugador profesional desde hace bastante tiempo

 y en todo el camino que he atravesado,

 he aprendido que se aprende incluso en el fracaso, 

siempre saco algo positivo…».

Faker, jugador profesional de esports.

 

Mario Antonio Ramírez Barajas

Las generaciones actuales ofrecen datos significativos acerca de una importante reducción en cuanto a su actividad física, acompañada de los males asociados al sedentarismo,  tema cada vez de mayor preocupación social al incrementarse un estilo de vida digital en el cual el uso de las computadoras,  tablets y teléfonos inteligentes, gobiernan y dominan nuestras vidas.

Este cambio acelerado en nuestra civilización, está marcando un rumbo diferente para nuestro futuro como especie y el desafío es encontrar la manera de adaptarnos ante estas nuevas tecnologías e innovaciones, para lograr relacionar a los jóvenes con el deporte, sin perder de vista la atención los  peligros de esta mezcla, entre juego e instrumentos tecnológicos.

Algunos de los riesgos más significativos a resolver por parte de quienes tienen a su cargo el desarrollo de los deportes electrónicos y, uno de los temas centrales, es el hecho de ser practicados sin moverse de su asiento durante un tiempo bastante prolongado, a pesar de eso, esto no ha evitado sean un importante competidor para los deportes de intensa actividad física, sin embargo muchos de los competidores profesionales de juegos electrónicos, expresan abiertamente la importancia de una adecuada condición física para alcanzar un mejor rendimiento durante las competencia. En el caso de su introducción al medio escolar, debe ser condición indispensable la práctica obligada de un programa, capaz de garantizar la compensación necesaria para conservar al cuerpo en óptimas condiciones.

Otro riesgo, y no de menor importancia, es la potencial adicción a los videojuegos,  la Organización Mundial para la Salud ya ha incluido el término, “trastorno de juego”, en su clasificación internacional de enfermedades, lo caracteriza como la situación en la cual se prioriza permanecer  practicando un juego electrónico en demérito de otras actividades,  esto no sólo afecta en lo físico sino también en otras áreas de desarrollo personal como la educación,  socialización y empleo. 

En cuanto a las habilidades de pensamiento, aún y cuando sea identificado que la práctica de los deportes electrónicos desarrolla habilidades cognitivas, tales como la estrategia, la respuesta mental a circunstancias imprevistas,  mejora la velocidad de reacción y la capacidad para trabajar bajo presión, en contra se puede encontrar un deterioro en la aptitud para conservar la atención en otros temas y focalizarse en tareas diferentes.

En cuanto a sus bondades, hay evidentes beneficios sociales,  los juegos electrónicos son ahora una realidad y parte de la nueva cultura de nuestros jóvenes, con una increíble popularidad con el poder de convocar a millones de personas alrededor del mundo, se considera contribuyen a lograr combatir el estigma de percibir a los videojuegos como una actividad estática y solitaria. La participación en los equipos de Esports detona el potencial de unir a jugadores que comparten la misma pasión por competir, sin importar el género, raza, edad y sin ganar o perder ventajas en cuanto a las diferencias en el desarrollo físico, por lo tanto impulsan a esta fracción de la población a trabajar en grupo, a desarrollar comunidad, atender competiciones y obtener respeto y reconocimiento.

Vale la pena considerar, como un gran aporte de este nuevo movimiento, el hecho de ofrecer un ambiente seguro para jugar, sin en los riesgos asociados al deporte concebido en el plano tradicional.

El gran reto para los desarrolladores y los organizadores de esta industria es trabajar en la construcción de condiciones para establecer escuelas digitales para los jóvenes donde reciban información y educación para obtener mejores hábitos tecnológicos. 

Es doctor en Administración Publica por la Universidad Anáhuac y presidente de la Federación Nacional de Ajedrez de México (FENAMAC).