Hablar de moda es hablar de textiles y los de México, además de tener una gran variedad de texturas y color, están llenos de simbolismos e historia, elementos que a lo largo del tiempo han dado identidad a comunidades indígenas e incluso han logrado traspasar fronteras y conquistar con su belleza mercados internacionales.

Al puro estilo de una pasarela de moda, trajes típicos de las tres principales zonas del territorio mexicano: norte, centro y sur son iluminados de una manera especial que hace resaltar cada uno de sus detalles.

El arte de los Tenangos, estilo de bordado Otomí que ha llenado el mundo de color, es el primero en hacer su aparición, aunque no con una prenda, sino con un mantel bordado a mano y originario de Tenango de Doria, lugar del que recibe su nombre.

 

Esta pieza tiene una gran importancia para la población hidalguense, ya que representa la flora, fauna, religión y vida cotidiana; es costumbre, incluso, que cuando alguien se va de Tenango lleven un mantel consigo para siempre tener un trozo de su pueblo.

“El Arte Popular y lo Sagrado” es el título de la colección que alberga los trajes típicos de cada región del país.

Norte

La región norte está representada por prendas típicas de las comunidades Rarámuris o Tarahumaras que son elaboradas a partir de la seda. El traje de dos piezas es de colores apagados con motivos de plantas y flores y suele ser usado para actividades cotidianas.

La Cuera Tamaulipeca, traje típico del estado de Tamaulipas, elaborado a partir de piel de becerro o gamuza de venado, con grabados en piel de color blanco, flores y flequillos. Es usada actualmente para eventos culturales y fiestas, aunque anteriormente solía representar un alto orden jerárquico en la sociedad tamaulipeca.

Centro

Las luces y miradas apuntan ahora hacia las prendas que representan el oeste central del país, ahí aparecen los Huixaricas, erróneamente llamados Huicholes, cuyas prendas suelen incluir muchas de las deidades o elementos que ellos veneran como el águila, pues creen que con su potente vista podrá protegerlos de aquello que ellos no ven. El venado, el peyote, el fuego, el maíz y las estrellas son otros de los elementos propios de su cultura que incluyen en su vestimenta.

En lo que a la zona centro respecta, la estrella es el colorido traje de “China Poblana” elaborado completamente a mano. Está compuesto por una falda bordada con lentejuelas que forman un águila, una blusa con bordados alusivos a la cultura indígena y un rebozo que hace referencia a la identidad mexicana antes del mestizaje.

Toca el turno al traje característico del bajío mexicano, “La Escaramuza o Mujer Charra”, es una prenda elaborada en piel oriunda del estado de Jalisco. Este traje resalta históricamente, ya que en un inicio no se les permitía a las mujeres portar un traje de “charro”, hoy tienen una participación destacada en la charrería.

Sur

La vestimenta de la zona sur del país se caracteriza por el uso de colores llamativos y telas ligeras que ayuden a soportar el clima. Una de estas prendas es el Huipil de Mayordomía, originario de Chiapas. Cada uno de los rombos que posee tiene un gran significado; el más pequeño simboliza a la mujer, mientras que el más grande representa a todo lo que gira en torno a ella, ya que las comunidades chiapanecas consideran a la mujer como el centro del universo y base de la sociedad.

Oaxaca está representada por el elegante traje de Tehuana, usado en las Velas, una de las principales fiestas de la región. Son elaborados en la cuna de la cultura zapoteca, el Istmo de Tehuantepec. Cuentan con tres trajes: el de diario, media gala y gala; este último reservado para eventos importantes como las Velas o la Guelaguetza, ya que incluye bordados con hilos de oro.

Este interesante desfile por los textiles y trajes típicos de México pueden seguirlo sin salir de casa, a través de la visita guiada de la exposición en el Museo de Arte Popular (MAP): https://www.facebook.com/MuseoArtePopular/live_videos/

LEG