El Presidente está molesto. Desde hace semanas ataca con mayor dolo a instituciones y personas. Me atrevo a decir que este es el López Obrador más furioso y errático que hemos visto desde 2018.

Mi teoría es que el Presidente ya hizo la aritmética y sabe que es probable que el bloque obradorista pierda su mayoría calificada (66% + 1 voto) en la Cámara de Diputados. Pienso que su bloque mantendrá la mayoría simple (50% + 1 voto), pero es la primera la que le permite cambiar la Constitución. Y eso sí le molesta.

Por lo mismo, si su bloque pierde esa capacidad legal, la reacción de López Obrador en las horas y días posteriores al 6 de junio será crucial, ya que marcará el tono político para el resto del año o incluso del sexenio.

El riesgo más obvio es que desconozca los resultados y monte una ofensiva mediática contra el INE y la oposición. En otras palabras, un berrinche colosal, pero que quede solo en eso: golpeteo en la mañanera y en medios.

Otra posibilidad sería que entre el 7 de junio—el día después de la elección—y el 31 de agosto—el último día antes de la entrada en funciones de los nuevos diputados federales—, el Presidente promueva una iniciativa antidemocrática como desaparecer el INE; maniatar órganos autónomos como el INAI, el Banco de México o la COFECE; o bien, premiar a sus aliados con ampliaciones de mandato ilegales—como ya hizo con Arturo Zaldívar, presidente de la Corte—.

El bloque PAN-PRI-PRD, que hoy constituye la oposición real en México, debe tener algo claro: las transiciones de poder son momentos delicados, porque los viejos no terminan de irse y los nuevos aún no comienzan a llegar.

Por eso, pasando la elección, los legisladores salientes de la hoy alianza PAN-PRI-PRD no pueden bajar la guardia hasta el 31 de agosto. Si el Presidente quiere vengarse o acelerar su regresión democrática, el momento ideal es antes de que pierda su mayoría calificada el 1 de septiembre.

Además, con relativa facilidad podría convocar a un periodo extraordinario para esos efectos. Ya que aunque no le den los números en la Comisión Permanente para convocarlo (veáse: https://bit.ly/3t5G4NT), podría “presionar” a varios integrantes de la misma y lograr el periodo.

Si se logra el objetivo de quitarle la mayoría calificada al bloque presidencial el 6 de junio, la celebración debe ser muy corta. A la mañana siguiente, todos alertas y a sus puestos.

@AlonsoTamez

LEG