La red de oficinas regionales del opositor ruso Alexei Navalni anunció ayer su disolución ante la amenaza de ser declarada extremista, al tiempo que su encarcelado líder apareció en una audiencia judicial por video, demacrado, con el cráneo afeitado y vestido como presidiario.

“Ayer me llevaron al baño (…) Había un espejo, me miré: soy un esqueleto horrible”, dijo el opositor en una grabación de audio difundida por el canal de televisión independiente Dojd.

El opositor compareció en la audiencia de apelación de un caso de difamación contra un veterano de la Segunda Guerra Mundial.

La apelación del activista anticorrupción fue finalmente rechazada y su multa de 11 mil 440 dólares confirmada.

Su abogada, Olga Mijaílova, anunció su intención de llevar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, mientras que Navalni acusó a los jueces de “traidores” en su declaración final.

De forma paralela, el jueves se celebró otra audiencia en la que se examinó la solicitud de la fiscalía de que el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK) del opositor y sus oficinas regionales fueran declarados “extremistas”.

Si se acepta dicha solicitud, sus actividades quedarían prohibidas y los miembros del FBK o sus simpatizantes serían amenazados con largas penas de prisión.

LEG