El general Raúl Castro Ruz, uno de los principales dirigentes históricos de la Revolución Cubana, dejó su cargo de Primer Secretario del Partido Comunista Cubano (PCC) el pasado 19 de abril de 2021, cargo al que declinó para dar paso en la dirección revolucionaria al actual presidente del país, Miguel Díaz-Canel.

El cambio generacional aconteció en una fecha trascendental, precisamente al conmemorarse el 60 aniversario de la derrota de la invasión contrarrevolucionaria en Playa Girón. Raúl Castro desde su juventud militó, como su hermano Fidel Castro y otros dirigentes estudiantiles, en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista. Tras lograrse su liberación como prisionero político de la dictadura de Batista en 1955, arribó a la Ciudad de México para organizar junto con su hermano y otros combatientes revolucionarios la expedición del Granma. En el exilio mexicano conoció a Ernesto Guevara de la Serna que un año antes había salido de Guatemala tras el golpe de Estado contra el General Jacobo Arbenz Guzmán.

Raúl Castro en México organizó junto a Fidel Castro la expedición del Granma, él fue uno de los 82 expedicionarios del Movimiento 26 de Julio y de los doce combatientes que lograron remontarse a la Sierra Maestra e iniciar la gran ofensiva guerrillera. Tras el triunfo del Ejército Rebelde y con la victoria de la Revolución Cubana, llegó el comandante guerrillero a general.

Así, también fue el principal jefe del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias por su destacado papel y le correspondió legítima y éticamente ocupar la presidencia de Cuba cuando el comandante Fidel Castro dejó el cargo de presidente de la patria de José Martí. Raúl, como popularmente se le conoce en Cuba, dejó el cargo de presidente de su país en 2018. Su actual retiro de la conducción del PCC marca una nueva etapa de la Revolución Cubana. Es el paso natural de una generación de dirigentes en la conducción política de su país. En su retiro manifestó: “Ratifico desde este octavo congreso del partido la voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso y edificar un nuevo tipo de relación con Estados Unidos, sin renunciar a los principios de la revolución y el socialismo”.

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