Si bien la pandemia afectó el flujo de turistas hacia los principales destinos del mundo como Cancún y la Riviera Maya en Quintana Roo, las inversiones y proyectos hoteleros no pararon y eso contribuyó en buena medida a la recuperación de la industria de viajes.

Los fondos de inversión y obras que ya estaban en desarrollo no se podían frenar, pues su planeación viene de al menos un par de años antes de que el Covid-19 apareciera en la escena, eso y considerar a la construcción como actividad esencial, permitió robustecer la oferta hotelera.

Marisol Vanegas Pérez, la secretaria de Turismo de Quintana Roo, me dijo que aunque la ocupación está baja por obvias razonas, los empresarios confían en que la marca Caribe mexicano se recuperará.

De hecho, los números ya permiten pronosticar que en 2022 se habrán recuperado los niveles de turistas que viajaban antes de la pandemia, lo que marcaría un récord frente a otros destinos que difícilmente lo lograrán.

Así que conforme se incrementan las llegadas aéreas a Cancún principalmente, los proyectos de inversión hotelera siguen su marcha prácticamente sin contratiempos.

Vanegas Pérez me refirió que tan solo en 2020, mientras los viajes estaban frenados, Quintana Roo agregó ocho mil cuartos nuevos a su oferta y para este año se calculan otros 21 mil, que se sumarán al portafolio que ya supera las 117 mil habitaciones.

La principal concentración de las nuevas llaves es en Costa Mujeres, el destino ubicado en la parte continental de Isla Mujeres al norte de Cancún, que tiene autorizados hasta 29 mil cuartos.

De las marcas turísticas de Quintana Roo, Riviera Maya es la que cuenta con el mayor número de habitaciones con 52 mil, que también tendrán un notorio crecimiento.

Prueba de ello es Sensira Resort & Spa, la nueva marca de lujo de Arriva Hospitality Group que abrió sus puertas a inicios de año y se inauguró formalmente este 17 de abril.

La apuesta del grupo hotelero refleja la confianza de los empresarios no solo por el destino, sino por uno de los segmentos turísticos de más alto nivel de gasto. De ahí, la necesidad de generar un sello que lo distinguiera de Crown Paradise, la marca de gama media.

La expansión de la oferta hotelera en el Caribe mexicano trae consigo un reto importante, que es mantener un buen promedio de ocupación, tema que no es nuevo para el sector, pero que luego de una severa crisis como la de la pandemia, se antoja más complicado superar.

Vanegas me dijo con seguridad que en el verano se superará 60% de ocupación, naturalmente con la oferta existente, pero la recuperación de la conectividad aérea con mercados fuertes como Sudamérica y Europa, además del de Estados Unidos que nunca cerró, trae perspectivas favorables para Quintana Roo.

Un estado que depende prácticamente del turismo no podía esperar a que las cosas se dieran solas, y por eso empresarios, autoridades y sociedad civil siempre trabajó en unidad para la reactivación del sector en el Caribe mexicano.

LEG