El pasado domingo el mundo del futbol recibió una verdadera noticia bomba, cuando el Real Madrid anunció que en agosto arranca la Superliga, con el apoyo del Barcelona y Atlético de Madrid en España, en Italia la Juventus con el Milán y el Inter de la misma ciudad y los seis fuertes de Inglaterra, el Manchester City y el United, el Arsenal, Liverpool, Chelsea y Tottenham ante lo cual la FIFA y la UEFA reaccionaron con mucha dureza para impedir la realización de estos eventos, una verdadera lucha de gigantes económicos, donde como siempre, el único que no fue tomado en cuenta es el futbolista, miembro primordial para poder realizar el juego.

Esta idea de la Superliga no es nueva, ha llevado muchos años de estudios, de análisis, de amagues, de buscar acuerdos, donde está muy claro que lo primordial es “don dinero”, ya que los clubes simplemente quieren más ganancias y los federativos no quieren ceder y también buscan ganar más.

Florentino, presidente del Real Madrid, quien lleva la voz cantante tiene muy claro que los “dueños” del futbol son los propietarios de los equipos, porque son ellos los que invierten en jugadores, en instalaciones y en el desarrollo del deporte, pero es la FIFA, órgano rector del futbol profesional quien se lleva las ganancias del esfuerzo de los clubes, ya que ellos organizan los torneos internacionales donde hay mayores ganancias.

FIFA reparte dinero, con la UEFA con premios millonarios en la Champions, en el Mundial también, en los torneos de naciones de selecciones también, pero los clubes quieren más, porque repito, ellos son los que hacen las grandes inversiones y quieren tener una liga propia donde solo ellos sean los ganones, más ahora que las pérdidas por la pandemia son millonarias y ven la Superliga como la gran oportunidad y poder seguir invirtiendo en grandes jugadores, así como en instalaciones, sin tener que repartir dinero a las ligas locales y mucho menos a la FIFA.

No quieren pasar por eliminatorias, quieren poder sacar más jugo a sus jugadores, que tienen que prestar para eliminatorias y correr grandes riesgos de lesiones, en pocas palabras, quieren más dinero y no se les hace justo ser tratados igual que los que no pueden invertir tanto como ellos y que en 90 minutos un “pobre” los deje sin los premios económicos que ellos creen merecer.

Pero como notaran, el pleito es muy fuerte, son dos gigantes, pero han olvidado a la materia prima del deporte: el jugador, si el futbolista que queda entre la espada y la pared, se queda con su club millonario y renuncia a su selección o prefiere ir a equipos que pagan menos, renunciando a sus grandes contratos y con amenazas de grandes demandas.

Estamos en los primeros asaltos de esta batalla, día a día tendremos noticias, día a día las negociaciones nos mostrarán cómo va la batalla de millones y millones de euros, por lo pronto Alemania ya se desmarca, aficiones, federaciones, y equipos critican. Veremos cómo llegamos a la próxima semana donde hay Champions y podrían venir los primeros intercambios de golpes muy fuertes, la batalla está iniciando, la historia de un cambio importante en el futbol está por ser escrita.

 

                                                                                                                                                  @raulsarmiento